A pesar de su tamaño, la gallina gigante de ciudad (Gallus giganticus urbanitas) es una de las aves propias de la fauna urbana que más raramente se avistan. De hasta dos metros de altura y casi 50 Kg de peso, la gallina gigante urbana posee unas costumbres bastante diferentes a la de su pariente la gallina doméstica, siendo ave de hábitos nocturnos. La gallina gigante urbana se alimenta principalmente de dulces por lo que suele ser avistada en la cercanía de confiterías y pastelerías en las que entra con sigilo para conseguir su alimento. dada la enorme capacidad de su estómago muscular, es capaz de engullir de una sola vez varios kilos de confites que irá digiriendo de forma pausada a lo largo de varios meses por lo que sólo necesita alimentarse de tres a cuatro veces al año. Otra característica de la gallina gigante urbana es que emite un sonido parecido a un "la la la" que suele confundirse con una conocida canción. Aunque no se sabe con exactitud, parece ser que la gallina gigante es bastante longeva y se ha calculado que algunos ejemplares pueden llegar a los 70 años. Los machos suelen ser de color rojo brillante y en las raras ocasiones que coinciden dos machos en un mismo lugar suelen producirse peleas caracterizadas por una gran agresividad. En los últimos años, probablemente debido a la contaminación y al uso y abuso de los edulcorantes, las poblaciones de gallina gigante de ciudad están en recesión en todo el mundo.
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