Breve guía de términos cinematográficos (1)

Acción trepidante: Este apelativo suele otorgarse a películas de escaso argumento en la que cualquier tipo de propuesta inteligente brilla por su ausencia pero que, en contrapartida, empiezan con un terremoto y van in crescendo. Si la película tiene éxito comercial, se suelen convertir en una saga en la que, habitualmente, las secuelas o continuaciones repiten el mismo argumento de la original aunque con menos dosis de inteligencia (siempre que eso sea posible). Un ejemplo de este tipo de películas es La jungla de cristal.

Comedia adolescente: Película breve (menos de 100 minutos) protagonizada, como su nombre indica, por adolescentes y cuya trama gira en torno al sexo, la escatología y el sexo escatológico. Normalmente, los guiones de este tipo de películas están escritos, durante su época de celo, por orangutanes amaestrados para tal fin que son recluidos en estrechas jaulas ante voluptuosas hembras.

Comedia alocada (o trepidante): Género de tipo cómico, humorístico o alegre, en la que se suceden situaciones divertidas de forma constante. Al igual que sucede en otros géneros, dentro de las comedias trepidantes podemos encontrar (pocas) auténticas genialidades (por ejemplo: 1,2,3) y una gran masa de tonterías sin ninguna gracia.

Comedia musical: Género bastante alicaído en la actualidad. En este género encontramos dos tipos de películas, aquellas en las que la música forma parte de la historia (por ejemplo Cabaret o All that jazz) y aquellas en la que los actores entonan sus gorjeos sin venir a cuento. Esta última variante es la más común.

Drama intimista: Película larga (más de 120 minutos) que sólo tiene dos o, a lo sumo tres, actores. Durante una mitad del metraje de la película los actores se susurran cosas al oído; durante la otra mitad, se gritan. En algunas variantes (principalmente francesas), los actores susurran todo el rato. Pasar, lo que se dice pasar, no pasa nada. Suelen ser un leño.

Obra maestra: Obra maestra.

Trilogía: Conjunto de tres películas, usualmente secuenciales en el tiempo, que siguen un hilo argumental común. Ejemplos de trilogías: El Padrino o La Guerra de las Galaxias. No debe confundirse con la secuela aunque guardan muchos elementos en común.