Tras el asesinato de Shah Temur (1358), kan de Chagatai, se producen diversos intentos de los pueblos de la Transoxiana por independizarse del poder mongol pero el kanato de Chagatai es invadido por Tughlugh Timur kan del Mogolistán. Tras una entrevista con el kan, Tamerlán es designado jefe de los Barlas (1361). Su independencia respecto al kan le lleva a enfrentarse a él y es desposeído del liderazgo de su tribu. Tras la muerte de Tughlugh Timur (1363) inicia una campaña de reconquista en la que derrota al kanato de Mogolistán y se consolida como el auténtico poder en Chagatai aunque tiene quye luchar contra su hermano Hussein a quien asesina en 1369. En 1371, Tamerlán ya controla de hecho todo el kanato y, respetando la tradición de que sólo los mongoles descendientes de Gengis podían acceder al trono, nombra Soyurghatmish como kan. Tamerlán toma el título de emir y Soyurghatmish será su títere.
En este momento, Tamerlán toma la decisión de crear un auténtico imperio, llevando a cabo campañas hacia el Este y el Sur. Ocupa Herat y Khandahar (Afganistán) en 1381, Mazandarán y Tabriz (Irán) y hacia 1385 controla toda la parte oriental de Persia. En 1387 ocupa el Kurdistán y entre 1385 y 1395 estará en guerra con la Horda de Oro a la que derrota definitivamente en 1395 al ocupar Azerbaiyán. En septiembre de 1397, atraviesa el Indo y se dirige hacia Delhi que ocupa y saquea el 17 de diciembre de 1398. Se dice que asesina a más de 100.000 prisioneros tras la toma de la ciudad. En 1400, invade Siria, saqueando Alepo y Damasco; en 1401 ocupa Bagdad y en 1402, llega a Anatolia y derrota al sultán otomano en la batalla de Ankara. A partir de 1403, empieza a planear la invasión de China con el fin de derrotar a la dinastía Ming que había expulsado a los mongoles del poder. En 1404 inicia su expedición a China pero a mitad del camino cae enfermo (posiblemente de peste) y muere en febrero de ese año.
A pesar de su carácter extremadamente despiadado (según cuentan las crónicas cada una de sus conquistas iba acompañada de saqueos, violaciones y asesinatos en masa), Tamerlán fue un gran protector del arte y tuvo la pretensión de convertir Samarcanda – la capital del Imperio Timúrida – en la ciudad más bella del planeta.
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