domingo, febrero 15, 2009

Animales reales e imaginarios (38)

La cebra de balcón (Equus cebra balconiensis) es una subespecie de la cebra de montaña que se ha habituado a la vida en los reducidos pisos del centro de cualquier ciudad. De un tamaño mucho menor que el de su pariente original, la cebra de balcón no supera los setenta centímetros de altura y los ciento diez centímetros de longitud. Su aspecto externo es el típico de las cebras con rayas blancas verticales en el cuello y cuerpo y horizontales en las patas.

La cebra de balcón se alimenta fundamentalmente de geranios, malvas y otras plantas ornamentales propias para su cultivo en balcones y terrazas. Puede vivir hasta treinta años aunque la mayoría de ejemplares no supera los veinticinco años de edad. A diferencia de sus parientes africanos, la cebra de balcón no tiene sentido gregario y, por lo tanto, no siente el deseo de formar manadas. Tampoco precisa de mucho espacio aunque resulta conveniente que pueda ejercitarse, motivo por el que se recomienda que se saque a pasear un par de veces al día.

El ciclo reproductivo es estacional con épocas de celo en la primavera periodo durante el cual, tanto machos como hembras muestran un comportamiento agitado y relinchan con frecuencia. La gestación dura once meses y las hembras suelen parir un único potrilllo.

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