domingo, marzo 04, 2007

Vassily Grossman

Vassily Semionovich Grossman (Василий Семёнович Гроссман) (1905-1964). Vassily Grosman nació en 1905 en Bredichev (Ucrania). Aunque era de origen judío no fue educado de forma religiosa ni hablaba yiddish. Tras sus estudios de bachilerato se traslada a Moscú donde se gradúa como ingeniero químico en 1929, trasladándose a la región del Don ese mismo año. Retorna pronto a Moscú y se divorcia en 1932 de su primera esposa con la que se había casado en 1928. Grossman, que ya escribía desde los tiempos de la universidad, decide entonces abandonar su profesión de ingeniero y dedicarse en exclusiva a escribir. Esta decisión es apoyada por escritores de prestigio como Máxim Gorki y Mijaíl Bulgakov que habían quedado favorablemente impresionados por algunos de los primeros trabajos de Grossman.

Vassily Grossman pronto empieza a ganar prestigio como escritor y en 1937 es admintido en la Unión de Escritores de la URSS. Grossman logra quedar indemne durante las grandes purgas de Stalin a pesar de que su esposa es arrestada (aunque posteriormente es liberada).

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Grossman se presenta voluntario al Ejército Rojo. En estos momentos se produce uno de los hechos que marcarán su vida. Su madre queda atrapada en la ofensiva alemana sobre Kiev y es asesinada junto a otros 30.000 judíos de la zona. Vassily se culpa durante años por ello al no haber logrado convencer a su madre para que se fuese a la retaguardia nada más estallar las hostilidades. En esa época, Grossman es reportero de "Estrella Roja" (Красная звезда), el periódico del Ejército Rojo y como tal es testigo de primera mano de las derrotas soviéticas de 1941, del freno a los alemanes en la batalla de Moscú, la agonía y victoria en Stalingrado, la batalla de Kursk y las ofensivas de invierno de 1944 y 1945 hasta la captura de Berlín. Es testimonio del genocidio cometido en los judíos y su reportaje "El infierno de Treblinka" (Треблинский ад) escrito en 1943 constituye una prueba de cargo en el juicio de Nuremberg. Poco a poco, Grossman adquiere una dimensión heroica entre los soldados que leen sus crónicas y reportajes y entre el público en general. A diferencia de otros escritores soviéticos de la época (como Ilhya Ehrenburg), sus crónicas y escritos de la guerra no están escritas desde el odio o la venganza sino desde una profunda humanidadque se admira de lo mejor y abomina de lo peor de la condición humana que se manifiesta en un desastre de las proporciones de la guerra en el Frente Oriental.

Tras la guerra, Grossman empieza a ser sospechoso para la NKVD y, posteriormente, para el KGB. Uno de sus "crímenes" es la participación en el "Libro Negro" (Чёрная Книга), relato de los crímenes nazis cometidos contra los judíos soviéticos y escrito en colaboración entre el Comité Antifascista Judío y organizaciones judías norteamericanas. El recelo de las autoridades soviéticas contra Grossman aumenta al mismo ritmo que la paranoia antijudía de Stalin que durante sus últimos años ve complots en todas partes. Tras la muerte de Stalin y el acceso de Khruschev a la Secretaría General del Partido se inicia la desestalinización pero Grossman continúa en la lista negra. Su novela "Vida y Destino" (Жизнь и судьба, 1959) es prohibido a pesar de las contínuas peticiones de Grossman para que se autorice su publicación. A estas alturas Grossman es considerado un disidente contra-revolucionario y las autoridades deciden proscribirlo de la vida pública. Una de sus últimas obras, "Todo fluye" (Все течет, 1961) es una denuncia de los crímenes del régimen soviético y de su falta de libertad. Grossman murió en 1964 marginado por las autoridades y sin saber si sus libros podrían ser publicados alguna vez.

En palabras de Grossman "en lugar de buscar la libertad, Rusia ha construído un sistema de esclavitud moderna siglo tras siglo. La servitut de Pedro el Grande es aun peor y más brutal con Lenin. El poder de Rusia se ha creado sobre la base de la fuerza y no de la libertad". Su reflexión acerca de que cualquier situación en la que se quiera imponer una idea salvadora de la Humanidad en contra de la voluntad de los hombres termina en una carnicería, es tan válida hoy como durante el estalinismo.



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