viernes, septiembre 14, 2007

Breve guía de términos cinematográficos (2)

Drama introspectivo: Película de más de dos horas de duración que transcurre siempre en interiores y en la que únicamente sale un personaje (en las superproducciones pueden salir incluso dos). La película incluye extensos fragmentos en los que se oye una voz en off y, por lo general, la iluminación induce a la depresión más intensa. El guión puede ser o bien una reflexión sobre las intimidades del protagonista, o bien una reflexión de tipo filosófico sobre el mundo en general. Muy bien acogidos por un sector “intelectual” de la crítica que piensa que cultura y diversión o entretenimiento son términos opuestos. Este género también suele gozar del favor del snob amante de todo aquello que resulte “diferente”. En general, los dramas intimistas son idóneos para combatir el insomnio más pertinaz o como método de refinada tortura. Sin embargo, hay alguna excepción (como tal, muy rara).

Estrella: Tradicionalmente se aplicaba este término a los actores y actrices que gozaban de un gran éxito de público. En la época dorada de Hollywood, en muchas ocasiones las “estrellas” además eran actores excepcionales como Cary Grant o Katharine Hepburn. En la actualidad, este término se puede aplicar indiscriminadamente a cualquiera que haya participado en una o varias películas taquilleras. Por ejemplo, Leonardo diCaprio se considera una estrella (¿!)

Oscar: Premio otorgado por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Los Ángeles (EEUU). Este premio goza de una gran popularidad a pesar de que los criterios por los que se puede otorgar un Oscar son variopintos y arcanos. Los únicos motivos que casi invariablemente conducen a ganar un Oscar son: a) actriz guapa haciendo de fea atormentada; b) actor de prestigio haciendo de disminuido físico o psíquico; c) película con muy buenos efectos especiales aunque el guión sea muy flojo. Por norma general, los únicos premios Oscar en las que todo el mundo suele estar de acuerdo son los honoríficos. Como ejemplo de esta variedad de criterios, aquí pueden recordarse que algunos actores y actrices o películas galardonados con el premio en una determinada edición eran mucho peores que los que no lo recibieron en esa misma edición. Contrariamente, grandísimos actores no lo recibieron nunca o sólo lo obtuvieron muy tarde. Por ejemplo, Paul Newman sólo lo recibió en 1986 por “El color del dinero” o Humphrey Bogart no lo recibió hasta 1951 por “La Reina de África”. A pesar de todo, los premios Oscar siguen siendo un referente (aunque no se sabe muy bien de qué).

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