Americanada: Película que recoge los peores tópicos del cine estadounidense. Existen varios subgéneros de americanada; hay las americanadas en las que los gringos suelen ser buenos, inteligentes y guapos y los demás tontos, feos y malos; hay las que son simplemente de buenos buenísimos contra malos malísimos y las hay en las que todos son buenísimos y muy patriotas. Pueden describirse otras subclases de americanadas pero sería demasiado prolijo el hacerlo. A pesar de esta negativa descripción, por lo general son entretenidas para esos momentos en que el cerebro necesita desconectarse aunque ahí radica su principal peligro, adormecen los sentidos.
Cine independiente: Cine hecho fuera de los circuitos de las grandes productoras. Habitualmente se trata de películas de una cierta calidad con directores y actores poco conocidos aunque, en ocasiones, actores consagrados participan en este tipo de películas. Los medios técnicos suelen ser escasos aunque se suplen con imaginación y ganas. Con algunas excepciones loables, el objetivo del cineasta independiente es convertirse en un director de éxitos de Hollywood para forrarse como Dios manda manteniendo, eso sí, su aire de “no me caso con nadie”. Resulta muy “chic” decir que sólo vas al cine a ver “películas independientes”.
Españolada: Película en la que se retratan todos los tópicos de uso común sobre los españoles. Por extensión, se denomina españolada a cualquier película española que no hable de de la Guerra Civil, de relaciones atormentadas o de otros temas profundos. El término se acuña en la post-guerra y adquiere su plenitud en los años 60 y 70 con algunas películas entre las que destacan las de José Luis López Vázquez y Alfredo Landa (por cierto, dos grandísimos actores cuando se les ha dado la ocasión). Ciertamente, la españolada ha sido (y es) un género nutrido por lo general de películas lamentables. Sin embargo, considerar despectivamente como españoladas películas de la talla de “Plácido”, “Bienvenido Mr. Marshall”, “El pisito” o “Atraco a las 3”, aparte de ser injusto, es una demostración de ignorancia.
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