miércoles, mayo 28, 2008

Siluetas

Madrugada. Una silueta avanza apresuradamente acompañada tan solo por el resonar de unos pasos sobre la acera: tap-tap; tap-tap, tap-tap. La silueta titubea; se tambalea; no se oyen ya sus pasos. La silueta se apoya en la pared; se arrodilla; mira angustiada a un lado y otro y comprende que su súplica no recibirá respuesta. Cae. Silencio. Madrugada. La ciudad duerme y a nadie le importa ninguna silueta.

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