viernes, octubre 17, 2008

La sombra que perdió a su persona

Sucedió una vez que una sombra perdió a su persona. Así, de repente, sin aviso previo; simplemente al girar la esquina su persona no estaba. Al darse cuenta de su soledad le invadió una gran angustia. ¿A dónde iría? La sombra se sentía desvanecer con solo pensar en lo que sucedería en cuanto llegase la noche y la oscuridad se apoderase de la ciudad. ¡Qué horror! Miraba ansiosa a un lado y a otro y en cada persona que pasaba imaginaba reconocer a su persona. Sin rumbo , empezó a deslizarse por paredes y aceras preguntando a cada sombra que encontraba si había visto a su persona. ¡No!, ¡no!, ¡no!, negativas, negativas y más negativas. Exhausta y al límite de sus fuerzas, la sombra se deslizó sobre la pared de una vieja casa en la que aún se proyectaba el sol del atardecer mientras intentaba calmarse y pensar con claridad. ¡Imposible! Se apagaba la luz del día y su existencia se diluiría en el ocaso hasta desaparecer para siempre. En aquel instante se encendieron las luces de la ciudad...



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