martes, septiembre 30, 2008

lunes, septiembre 29, 2008

Ya no se oye cantar

Llegó el otoño
y ya no se oye a los pájaros cantar
¿Acaso no murieron todos con el verano?
Quien sabe,
nunca se encontraron sus cuerpos,
quizás tan solo volaron hacia el Sur
Llegó el otoño
Y ya no se oye cantar

domingo, septiembre 28, 2008

Clásicos populares (370)



The Damned - New Rose

¿Cómo surgió la poesía?

Cuando en el borde de unos párpados
descansaba Whitman su hierba de versos.
Cuando el andamiaje marítimo de Shakespeare
golpeaba sobre un castillo de palabras.
Cuando la muerte volcaba su lluvia
sobre Lorca, Hernández y Machado.
Sopló un lenguaje de humanos,
surgió de los gritos de un silencio
y se formó la poesía.

Salida de la cordillera vertebral de Neruda,
surgida del agua salada de la piel de Sor Juana;
amasada en los surcos del pie del campo
y sacada de una jaula de voces con alas.

Ayudada por la golondrina de Huidobro
y por la armónica de Dylan.
Enervada por el vino negro de Baudelaire
y la luz maldita de Rimbaud.

Surgió como lo hacen los poetas,
terrorificamente expulsados en un grito.
Concebidos con la punta de un cuchillo,
obligados a maldecir por ser humanos.

Fernando Nachón - ¿Cómo surgió la poesía?

En otoño



sábado, septiembre 27, 2008

viernes, septiembre 26, 2008

Esa única

Esa única
noche
de estrellas
propias.

Enhebrada de aliento de cenizas
hora va, hora viene,
por el sombreado de los párpados
de ojos cerrados de sueño,
reafilados
en almas
finas como flechas,
enmudecidas en la plática
con tartaleantes
carcajes con barbas
de algas aéreas.

Una colma
concha de luz pasa
por una conciencia.


Paul Célan - Esa única

jueves, septiembre 25, 2008

El ángel caído (o de cómo nació la burocracia)

El ángel caído (o de cómo nació la burocracia)

En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

Génesis (el libro de la Biblia, no el grupo)

Martes 9 de enero (noveno día desde la Creación), 17:00 h

Desde su trono celestial Dios contemplaba extasiado su creación. En su ocaso el sol creaba la ilusión de nubes de fuego que iluminaban el cielo. Una brisa fresca mecía las ramas de los árboles que susurraban una canción de cuna. Todo era nuevo, reluciente, inmaculado. ¡No podía haberle quedado mejor la Creación!

Miércoles 16 de marzo (año 1352 desde la Creación), 17:00 h

Dios estaba harto. Sí, el mundo resultaba muy bonito pero el trabajo de mantenerlo era agotador. Al principio hacía mucha gracia arreglar esos pequeños desperfectos; es más, casi podría decirse que era una forma agradable de pasar el rato en un mundo perfecto en elque no había nada que hacer, pero ahora el asunto ya estaba pasando de castaño oscuro. No pasaba una hora sin que algún ángel o arcángel viniese a dar parte de la necesidad de alguna reparación. Y eso por no pararse a pensar en la que habían organizado Adán y Eva desde que los expulsó del paraíso: árboles talados, ríos desviados, incendios, humos y, especies extinguidas y, lo peor de todo, ruido a todas horas. Hoy ya era tarde pero mañana sin falta ponía orden a todo esto.

Jueves 17 de marzo (año 1352 desde la Creación) 9:00 h

Dios había pasado una noche intranquila pensando en como resolver el tema del mantenimiento del Universo y después de mucho pensarlo creía haber encontrado la solución: encargaría el trabajo a algún ángel. Primero pensó en darle la responsabilidad a Miguel o a Rafael pero decidió reservarlos para tareas ejecutivas de mayor nivel; a Gabriel también le esperaban mayores empresas. Después de hacer un repaso mental a todos los ángeles se le ocurrió que podría encargarle el trabajo a Luzbel. Como ángel no le había salido muy espabilado pero solía cumplir bien lo que se le mandaba y lo cierto era que para un trabajo tan sencillo –arreglar una montaña, mover un glaciar y cosas así- tampoco hacía falta muchas luces.

¡Qué venga Luzbel! –tronó Dios con su voz algo ronca por no haber dormido.
Aquí estoy – dijo de inmediato Luzbel
Verás muchacho – empezó a explicarle Dios, te voy a encomendar un trabajo de máxima responsabilidad –mintió Dios para estimularle
Lo haré lo mejor posible, Dios – dijo Luzbel
Este Luzbel es más simple que un rayo de luz- pensó Dios mientras le seguía dando explicaciones.

Jueves 1 de septiembre (año 1352 desde la Creación) 9:00h. Primer día después de las vacaciones.

Dios – dijo Luzbel, la cantidad de reparaciones y arreglos que hay que hacer requieren una organización del trabajo eficaz. En la situación actual no podré ponerme al día hasta dentro de unos 5.000 años. Teniendo en cuenta la eventualidad de un diluvio universal (es que por ahí circulan rumores –se excusó Luzbel por el comentario) se me va a juntar una cosa con otra y no va a valer la pena empezar.
Y, ¿qué sugieres? – dijo Dios
Dame un par de ayudantes y te prometo ponerme al día en tan solo mil o mil quinientos años – solicitó Luzbel
Está bien – concedió Dios, escoge a quien quieras pero quiero resultados.

Sin perder un segundo Luzbel escogió como ayudantes a Belcebú y Astaroth con les que, en sus ratos libres, gustaba de discutir sobre el mejor modo de mantener el Universo en perfecto estado.

Compañeros – empezó a arengar Luzbel, os he escogido para una tarea de la máxima importancia: vais a ser responsables del mantenimiento del Universo.
¡Ooooh! –exclamaron los dos ángeles
Espero de vosotros el máximo esfuerzo –continuó Luzbel, pero soy consciente de las dificultades; es por ello que he decidido dividir las tareas. Belcebú, tú serás responsable del medio marino y del medio aéreo y tú, Astaroth, serás el supervisor del medio terrestre. Cada día tendréis que presentarme un informe de las obras de mantenimiento realizadas y de las nuevas necesidades. Nuestra reunión diaria será a las 9:00 h para que yo pueda informar a Dios cada mañana.
A tus órdenes, Luzbel –dijeron Belcebú y Astaroth.
Pues basta de charla, ahora a trabajar –les despidió Luzbel que enseguida se puso a escribir un memorando sobre la constitución de lo que dio en llamar Junta de Supervisión para el Mantenimiento del Universo o JUSUMU para abreviar.


Jueves 20 de abril (año 1353 desde la Creación) 9:30 h

Dios, la situación resulta insostenible –exclamó Luzbel. La JUSUMU ha registrado más de doscientos cincuenta y siete mil incidentes que han precisado actuaciones pero, a pesar de ello, aun llevamos un retraso de más de quinientas treinta y dos mil actuaciones. Resulta evidente que los medios de la JUSUMU para el mantenimiento del Universo son, a todas luces, insuficientes. Tal como te solicité en el memorando 1019/1353 y en los informes 389a/1352 y 458/1353, los recursos humanos deben incrementarse. Si tan solo pudiera disponer de media docena de ángeles (aunque fueran querubines) para cada sección de la JUSUMU y otra media docena de ángeles para actuaciones de urgencia, creo que podría resolver el problema.

Dios estaba abrumado por la cantidad de informes, memorandos, notas, opúsculos y resúmenes de situación que recibía cada día de Luzbel. Con un gesto de resignación dijo: haz lo que quieras pero resuelve este asunto.

Lunes 5 de noviembre (año 1355 desde la Creación)

La JUSUMU se había convertido en el esqueleto que movía los hilos del Universo. Estructuralmente, la JUSUMU se dividía en dos secciones: Supervisón de Medio Marino y Aéreo (SUMEMA), dirigida por Belcebú, y Supervisión de Medio Terrestre (SUMETE), dirigida por Astaroth. Cada una de las secciones se dividía a su vez en dos oficinas: La Oficina de Planificación de Acciones (OPA) y la Oficina para la Ejecución de Acciones Planificada (OEAP). En el caso de la SUMEMA estas dos oficinas en realidad eran cuatro, dos para ME y dos para MA. Cada OPA estaba subdividida en cuatro negociados: I) Planificación, II) Diseño, III) Integración de diseño y planificación y IV) Coordinación. LA OEAP sólo tenía dos negociados: I) Ejecución y II) Incidencias. Cada negociado estaba dirigido por un Jefe de Negociado (JENO) del cual dependían una serie de ángeles menores. Asimismo, existía una Comisión de Coordinación entre Secciones (COCOSE) en la que de forma paritaria se resolvían los conflictos de competencias entre la SUMEMA y la SUMETE (por ejemplo actuaciones en playas). El funcionamiento era bien sencillo: diariamente cada ángel menor enviaba un informe escrito a su jefe de negociado que elaboraba un sumario que, a su vez, se enviaba al Jefe de Oficina (JEOF). Cada JEOF hacía un breve resumen de cada sumario y lo remitía al Jefe de Sección (JESE) quién elaboraba un memorando para el Director del JUSUMU; es decir, Luzbel. Él realizaba un informe verbal y escrito que diariamente presentaba a Dios. La toma de decisiones seguía el mismo conducto.

A pesar de esta magnífica organización, la JUSUMU no acababa de funcionar y actualmente acumulaba el equivalente a trece mil doscientos cuarenta tres años de actuaciones retrasadas. Luzbel estaba muy preocupado ya que Dios le había insinuado su descontento en un par de ocasiones. Después de darle muchas vueltas, Luzbel llegó a una serie de conclusión que presentó a Dios en el Informe 77.858b/1355. En resumen las conclusiones de dicho informe eran las siguientes:

1ª) Las actuaciones de la JUSUMU han aumentado en un 352% en el último año a pesar de no haber recibido ningún de medios adicional con respecto al año anterior.
2ª) Para mantener este ritmo de crecimiento y simultáneamente enjuagar los retrasos acumulados (sin duda generados por la falta de medios) se necesitarían 145.918 ángeles más a jornada completa. Sin esta dotación de personal no puede asegurarse el funcionamiento adecuado de la JUSUMU.
3ª) La Dirección considera que la descentralización sería una forma de mejorar la eficiencia de las actuaciones.

De estas tres conclusiones surgía la siguiente propuesta:
Propuesta: La Dirección proponer crear oficinas locales en distintos puntos del Universo. Así, al descentralizarse las actividades se estaría más cerca de donde se precisan las acciones. Esta proximidad producirá necesariamente un aumento de eficacia. Puesto que los actuales servicios centralizados (a partir de ahora Servicios Centrales o SECE) seguirán siendo necesarios, se propone que se dote de personal a las oficinas locales (OLOC). Para aliviar el trabajo de las mismas y puesto que lo raza humana es en gran parte responsable de los desperfectos que deben repararse, se propone que, asimismo, se creen oficinas de enlace entre los hombres y ángeles. En cada una de estas oficinas cada persona deberá informar de la necesidad de actuaciones de las que tenga noticia a un ángel de enlace (ANEN), éste informará al Jefe de Oficina Local (JOL) que enviará su informe diario al JENO correspondiente. Se elaborarán también resúmenes de actividad semanales, mensuales y anuales.

Con el fin de organizar mejor las actuaciones, en la oficina local se dispondrá de dos tipos de informes: los informes de actuación urgente en color rosa (modelo U-1) y los de actuación ordinaria en papel blanco (modelo O-1). Cada informe llevará un número que no podrá repetirse. Una copia de cada informe deberá enviarse a los SECE y otra deberá guardarse en la OLOC.

Dios bufó tras leer el informe de Luzbel. ¿Es necesario todo esto? – preguntó Dios.
Sin duda –respondió Luzbel, lo contrario sería el caos –añadió convencido.
¿Me aseguras que así resolverás el problema de los retrasos? –sin duda, afirmó Luzbel.

Jueves 25 de septiembre (año 1357 desde la Creación)

Al principio la descentralización fue un éxito y se consiguió reducir los retrasos en un 34,5%. Sin embargo, pronto empezaron a darse casos de personas que no colaboraban por olvido o desidia. Esa falta de colaboración ponía en riesgo todo el programa de tal manera que no hubo más remedio que crear las Brigadas Locales de Concienciación (BRILOCO) que de forma amable o coercitiva convencían a los contumaces. Inicialmente cada BRILOCO generaba sus propios informes que evacuaba con la OLOC de la que dependía jerárquicamente pero enseguida se vio que las BRILOCO presentaban una problemática particular por lo que se creó la Junta Superior de Coordinación de Brigadas Locales de Concienciación (JUSUCO-BRILOCO) que dependía directamente de La Dirección. Asimismo, dado el volumen ingente de documentos que se generaba a diario, fue necesario crear una Sección de Archivística, Coordinación y Ordenacio (SACO) que se sumaría a la SUMEMA y a la SUMETE como una división básica de la JUSUMU. A todo esto, la JUSUMU contaba ahora con setecientos ochenta y cuatro mil ángeles en plantilla más toda la población humana como informadora. Desgraciadamente, los retrasos en las actuaciones acumulaban en este momento el equivalente a un millón siete mil quince años al ritmo actual de trabajo.

Ante la gravedad de la situación, Luzbel ordenó que cada OLOC y cada BRILOCO elaborasen un informe sobre posibles medidas para mejorar la eficiencia. Se crearía una Comisión Zonal (COZONA) que examinaría los informes de varias OLOC y BRILOCO y elaboraría una recomendación que se elevaría a la Comisión de Expertos (COMEX) de la SECE. Ésta produciría un informe general con recomendaciones para mejorar, más uno específico para la SUMEMA, la SUMETE y la SACO. Se nombraría un Coordinador del Proyecto para Facilitar la Mejora (COPROFAME) que dispondría de una oficina dependiente directamente de La Dirección. Finalmente, se constituiría un gabinete de crisis para gestionar incidencias graves en el proyecto. Este gabinete estaría formado por COPROFAME y los responsables de SUMEMA, SUMETE y SACO bajo la presidencia del Director.

Lunes 2 de febrero (año 1358 desde la Creación)

Dios, por fin tenemos el informe de COPROFAME y las conclusiones son claras –dijo Luzbel. Las causas principales por la que no podemos mantener en buen estado el Universo son dos: en primer lugar la falta de recursos en personal y materiales y, en segundo lugar, la falta de colaboración de la especie humana. Las recomendaciones son indiscutibles: tienes que destinar más personal a la JUSUMU y debemos fortalecer las BRILOCO. También sería muy recomendable establecer un sistema por el que cada ser humano tuviese que llevar un registro diario de sus actuaciones. Como es natural estos registros deberían examinarse en las OLOC por lo que deberíamos destinar más personal. Con este plan de acción, podremos reducir nuestro retraso de los dos millones setecientos veinte mil doscientos treinta cuatro años actuales a sólo un millón ochocientos mil quinientos veintisiete años.

Dios se quedó mirando fijamente a Luzbel. Se levantó lentamente y, sin decir nada, abrió la tierra, de la que surgieron enormes llamaradas. A continuación agarró a Luzbel, a Belcebú, Astaroth y a todos los que trabajaban en la JUSUMU y los arrojó al interior del fuego por los siglos de los siglos. Después desató el Diluvio Universal y se fue a echar una siesta.

FIN


miércoles, septiembre 24, 2008

En la penumbra

En la penumbra se desliza el gato.
Crece la sombra de fantasma solo.
Corre detrás de un ilusorio bolo,
se amodorra en la cueva del zapato.

Brilla el ojo pirata en el retrato
con el delirio de inocente dolo.
Lo cautiva la pausa del gladiolo
en el jarrón. (La luna, sin boato,
circula en el tejado; es una tea
de cal y miel mojando la azotea).

Ronronea su vida libre y fatua:
ya se diluye en patio de azulejos,
ya ñoño se refleja en sus reflejos
o tirita su miedo ante una estatua.

Luis Ricardo Furlán - En la penumbra se desliza el gato

Clásicos populares (368)



Manolo García - Insurrección

martes, septiembre 23, 2008

y cover (80 y tantos)



Tom Petty and the Heartbreakers - Psychotic reaction (originally performed by The Count Five)

Luz, más luz

Esto

Dicen que pretendo o miento
En cuanto escribo. No hay tal cosa.
Simplemente
Siento imaginando.
No uso las cuerdas del corazón.

Todo cuanto sueño o pierdo,
Que pronto cae o muere en mí,
Es como una terraza que mira
Hacia otra cosa más allá.
Esa cosa me arrastra.

Y así escribo en medio
De las cosas no junto a mis pies,
Libre de mi propia confusión,
preocupado por cuanto no es.
¿Sentir? ¡Dejemos al lector sentir!

Fernando Pessoa - Esto

lunes, septiembre 22, 2008

Ser, estar, parecer

Encuentro

Ya me encontré a mi mismo en una esquina del tiempo.
No quise dirigirme la palabra,
en venganza por todo lo que me he hecho con saña.
Y me seguí de largo y me dejé hablando solo
-con gran resentimiento, por supuesto.

José Emilio Pacheco - Encuentro

domingo, septiembre 21, 2008

Mirémonos

Clásicos populares (367)



MArvin Gaye & Tammi Terrell - Ain't no mountain high enough

sábado, septiembre 20, 2008

lunes, septiembre 15, 2008

domingo, septiembre 14, 2008

viernes, septiembre 12, 2008

jueves, septiembre 11, 2008

Grandes Películas: Hoy: 8 1/2 (1963)





Título original:
8 ½ (Otto e mezzo)
Año de estreno: 1963
Director: Federico Fellini
Guión: Federico Fellini y Ennio Flaiano
Fotografía: Gianni di Venanzo
Música: Nino Rota

Sinopsis: Guido Anselmi es un famoso director en plena crisis personal y creativa. Guido busca en la soledad y en sus sueños las respuestas que no encuentra. Sin embargo, de sus recuerdos, sus obsesiones y sus sueños, saldrá la luz.




Reparto:

Marcello Mastroiani……………………………… Guido Anselmo
Claudia Cardinale ………………………………… Claudia
Anouk Aimée …………………………………………... Luisa Anselmo
Sandra Milo …………………………………………….. Carla
Rossella Falk …………………………………………….Rossella
Barbara Steele ……………………………………………Gloria Morin
Madeleine LeBeau …………………………………….Madeleine
Caterina Boratto ...............La señora misteriosa
Eddra Gale .................... Saraghina
Mario Conocchia …………………………………………Conochia
Bruno Agostini ……………………………………………Secretario de producción
Jean Rougeul ……………………………………………….Carini



Federico Fellini - 8 1/2

Comentario:
Para muchos, la mejor película de Fellini (que ya es decir) con una banda sonora memorable.

Siempre te veo



miércoles, septiembre 10, 2008

Clásicos populares (364)



U2 - Stuck in a moment

Tarde de compras

Lo confieso: a veces también dedico una tarde a ir de compras. Sí, ya lo sé, no hace falta que me lo reprochéis, sólo soy otro “pequeñoburgués” (¿todavía se usa esta palabra?) alienado por la sociedad de consumo (¿qué queréis? uno ya tiene una edad y lo que se aprende de pequeño dura para toda la vida). El caso es que esta tarde he ido de compras. Necesitaba comprar una cajonera o mueble similar para guardar la ropa. Como no podía ser de otra manera, y al igual que otros miles de ciudadanos que tienen la pretensión de amueblar su casa sin gastar demasiado dinero, he ido a IKEA. Para quien no lo sepa, IKEA es aquel lugar al que vas a comprar una estantería y acabas comprando veintisiete cosas –que no necesitas- sin que ninguna sea la cajonera. Eso sí, te vas con la satisfacción de haber contribuido a la fortuna personal del propietario de la cadena así como de haber colaborado en pagar el sueldo (mísero) que reciben sus empleados.


Haciendo gala de mi legendaria capacidad de planificación, el día anterior había estado mirando su catálogo en Internet y tras varias horas de análisis detallado mi elección había sido la cajonera Slästgard que se ofertaba al módico precio de 25,95 €; es decir, una auténtica ganga. En previsión de la habitual orgía consumista que suele celebrarse en estas ocasiones, había apuntado también la posibilidad de comprar dos persianas de madera Linvian para el dormitorio a 15,99 € cada una. Consciente de la dificultad de mantener mis propósitos, durante el trayecto hasta el establecimiento (que como es habitual en este tipo de comercios se halla sito en una inmensa nave industrial en las afueras de las afueras) no cesé en repetir un viejo mantra de los lamas tibetanos: no comparé más de lo que necesito, no compraré más de lo que necesito, no compraré más de lo que necesito…


Reconfortado por el mantra llego al lugar. Lleno de gente. Algo en mi interior me impulsa a huir; sin embargo, seguro de mis objetivos me adentro en ese magma vivo de gente poseída por el maligno espíritu de IKEA. Supero sin demasiados problemas la prueba de la sección de los dormitorios (aunque es bien cierto que siento la tentación de comprar, por sólo 99 €, un magnífico colchón Florkinsk que no ajustaría a mi cama). Paso a la sección de muebles de cocina y desoigo los cantos de sirena que me llegan desde los fregaderos de cocina. Feliz y contento por mi entereza, decido recompensarme comprando una tabla de madera para cortar carne modelo Gartin por sólo 2,99 €. Atravieso a continuación el proceloso espacio dedicado a los muebles de comedor; es decir, mesas, sillas, bonitos muebles para la televisión, etc. Se desata una lucha dentro de mí. Por una parte, una voz me dice que compre la mesa Samsor de 1,80x0,90x1,20 a tan solo 249 € mientras que otra me recuerda que ya tengo una mesa en el comedor. A pesar de los sudores fríos, me sobrepongo a la crisis. Llego por fin a la sección de almacenaje. Aquí debo encontrar la cajonera Slästgard en madera de abedul. Efectivamente, ahí está. Sólo tengo que anotar la referencia: 666.666.66 El número me produce una efímera sensación de desconfianza que pronto se ve superada por la alegría de haber resistido hasta este momento la tentación de la compra compulsiva. Vale, he comprado la tabla de madera para cortar carne modelo Gartin por sólo 2,99 €, pero eso no cuenta. Para premiar mi entereza, compro la lámpara de pie Gustaffson que hace juego con la lámpara de techo Gustaffson que ya tengo en el dormitorio. Total, sólo son 12,99 € y aunque no sé donde voy a conectarla, ya encontraré algún lugar.


Con la satisfacción del deber cumplido, decido buscar las persianas Linvian. Al llegar a la sección persianas, parece que no está el modelo pero hay las Frinsholt por 10 € más. Un día es un día – me digo, y decido comprar las dos persianas que necesito. Un poco más allá está la sección de tonterías varias. Increíble, todo está tirado de precio. Como me he ceñido a los gastos que tenía planeados, decido comprar un juego de platos decorados Jarnsfält (12,99 €) y las tazas de café a juego (6,95 €). Ya me queda únicamente sobrevivir a la sección de textil y la de jardinería. No compro nada en el textil excepto una almohada cervical Hädfool (9,99 €). En jardinería compro un pequeño rosal (2,99 €). Prueba superada con éxito. Sólo me queda ir a recoger la cajonera Slästgard en el pasillo C sección 24.2 y ya puedo ir a pagar.


La sección 24.2 del pasillo C resulta estar al fondo, del fondo, del final de la nave industrial en la que se halla sito el centro comercial. Para mí sorpresa, en la sección 24.2 del pasillo C no hay ninguna cajonera Slästgard referencia 666.666.66 en madera de abedul. No queda más remedio que desandar lo andado y volver al punto de información en la sección B. Cinco minutos más tarde estoy en la fila del punto de atención de la sección B. Soy el quinto en la cola. Esperaré pacientemente. Quince minutos más tarde llega mi turno. Le explico mi caso a la chica que atiende en el mostrador. Ella en primer lugar me regaña como si yo fuera un niño de cuatro años aunque, probablemente, le doblo la edad. Me dice que seguro que no he mirado bien, y que, claro, como la gente no mira bien y va a preguntar, pues luego hay el lío que hay, y que son las nueve de la noche y ella leva así todo el día y que si la gente mirara bien no habría tanto lío. Tras disculparme por: a) ser tan burro, b) llevar gafas y, c) haber osado molestarla, le insisto educadamente acerca de que, a pesar de todos mis graves defectos morales y mis taras físicas, en la sección 24.2 del pasillo C no había ninguna unidad de la cajonera Slästgard referencia 666.666.66 en madera de abedul. Ella me mira con esa cara de estar pensando: “este, además de imbécil, es un contumaz” y teclea desganada la referencia 666.666.66 en su ordenador. Al instante, aparece en la pantalla un recuadro amarillo que nos avisa claramente y sin ningún género de duda: “Producto no disponible”. ¡Ah! Pues se ha acabado – balbucea ella sin atreverse a mirarme. Parece que sí – replico yo. Me disculpo de nuevo por haberla molestado y me despido con la interna satisfacción de saber que se ha restablecido el orden cósmico.


Por fin llego a la caja. He comprado la tabla de madera para cortar carne modelo Gartin por sólo 2,99 €; por 12,99 € he añadido la lámpara de pie Gustaffson que hace juego con la lámpara de techo Gustaffson que ya tengo en el dormitorio, las dos persianas Frinsholt por 25,99 € cada una, un juego de platos decorados Jarnsfält por 12,99 € más las tazas de café a juego por 6,95 €, la almohada cervical Hädfool a 9,99 € y el rosal a 2,99 €. Total: 100.88 €. ¡Vaya! Al final no he podido comprar la cajonera Slästgard. Tendré que volver otro día.



domingo, septiembre 07, 2008

viernes, septiembre 05, 2008

Clásicos populares (362)



Willie Colón y Hector Lavoe - Quítate tú

Manual para situaciones apuradas (I)

A lo largo de la vida, a veces uno se encuentra en situaciones que podríamos calificar de apuradas y que, a menudo, se convierten en circunstancias indeseables para nuestra vida social o nuestro buen nombre. A continuación repasaremos algunas de estas situaciones, que deberíamos evitar en la medida de lo posible, y ofreceremos algunas soluciones de índole práctica para salir de estos malos tragos.


1. Ataques de risa en velatorios o tanatorios. Este es un clásico. Estamos en el tanatorio o velatorio de un conocido (no especialmente allegado a nosotros) esperando para ofrecer nuestras condolencias a los desconsolados deudos del finado o la finada; súbitamente, nos percatamos de que Fulanito, uno de los asistentes, se pasea con la bragueta pantalón abierta y uno de los faldones de la camisa saliendo por ella. Sufrimos un irrefrenable ataque de risa mientras intentamos balbucear sentidas frases de condolencia. En esta situación nuestras recomendaciones para salir del paso son:


a) Si el finado (o finada) era especialmente bromista o risueño, podemos decir que estamos cumpliendo su última voluntad de despedirlo (despedirla) con alegría. Abstengámonos de esta excusa si el finado era registrador de la propiedad o notario, o murió tras una cruel y dolorosa enfermedad; no será creíble.

b) Si el finado era tipo serio (por ejemplo, el notario) siempre nos queda el recurso a fingir que nuestra risa es, en realidad, tos contenida. Habitualmente, este recurso suele dar lugar a pobres resultados.

c) La verdad nos hará libres. Sí, así es. Si nos encontramos en la situación antes mencionada, señalemos al de la bragueta bajada y, mientras nos carcajeamos y damos palmadas, le señalaremos entre voces de: ¡fijaos en fulanito! De este modo, nuestro ataque de risa pasará a ser un ataque de histeria colectivo y quedará plenamente disimulado. Esta última opción, aunque es muy recomendable por su efectividad, sufre de un grave inconveniente: desde el mismo instante de ponerla en práctica, Fulanito empezará a pergeñar un plan para causarnos una muerte lenta y dolorosísima. Como evitarla es tema de otro manual.


... Continuará




jueves, septiembre 04, 2008

Recondita armonia



Giacomo Puccini - Recondita armonia (Tosca acto I)
Interpreta: Luciano Pavarotti

Tarde de verano

Era una de esas tardes de verano en las que el calor y la humedad te hacen sentir como si alguien te hubiese embadurnado el cuerpo con engrudo caliente. La cabeza me ardía y la idea de beber algo frío se estaba convirtiendo en una obsesión. Era pleno agosto y todo estaba cerrado. Vacaciones del 4 al 28, vacaciones del 1 al 31. Parecía una confabulación, ni un solo bar abierto y la idea obsesiva de una bebida fría martilleando en mi cabeza. ¡Por fin! Aquel bar de la esquina estaba abierto. Recordaba haber estado en él algún domingo por la tarde en el que el mono del tabaco había podido más que la pereza. Lo cierto es que era un poco tugurio pero no tenía elección.

Al abrir la puerta del local una ráfaga de aire frío me golpeó la cara. Todo el local desprendía ese sutil pero inconfundible olor avinagrado de las tascas en las que se mezcla la suciedad, el alcohol derramado y el humo del tabaco. Con la mirada busqué un lugar en la barra y me senté en un taburete. Apoyado contra la pared, un camarero hablaba solo y, de vez en cuando, canturreaba con aire ausente. Intenté llamar su atención un par de veces pero sin éxito. De repente una voz surgió de debajo del mostrador: ¿qué quiere tomar? –dijo la voz. Sorprendido, me incorporé en el taburete y miré bajo la barra. Un enano vestido con camisa blanca y pantalón negro de camarero volvió a preguntarme: ¿qué quiere tomar? Un café con hielo –contesté sin acabar de reponerme de la sorpresa. El camarero fue hacia la cafetera, preparó el café, puso hielo en una copa y me lo trajo. Vertí el café en la copa con hielo y mientras esperaba que se enfriase el café me entretuve examinando el local.

El bar era pequeño y daba sensación de estar completamente abigarrado a pesar de que, quizás, no había tantas cosas y la parroquia era escasa. Detrás de la barra había una gran estantería llena de botellas de licor de aquellas que uno tiene la sensación que no son reales y tan solo forman parte de un decorado: licor de alcachofa, anís “La segoviana”, ginebra “Tres soles” y otras bebidas que nunca nadie ha visto pedir. En el centro de la pared un televisor de plasma desproporcionadamente grande emitía, con la voz apagada, videos musicales en los que, ligeras de ropa, excitantes y excitadas mujeres de todos los colores agitaban su cuerpo al son de un ritmo inaudible. En la pared contraria, un segundo televisor mudo permitía enterarse de los titulares noticiosos del día. El resto del escaso espacio del bar estaba ocupado por cuatro mesas y por una ruidosa máquina tragaperras que con sus cantos de sirena había conquistado a un hombre de mediana edad para el que, probablemente, este sería su último amor verdadero.

Yo no estaba solo en la barra. A mi izquierda, un inmigrante venido de algún país del trópico bebía cerveza con la mirada perdida en el infinito mientras esperaba a que el torpor del alcohol nublase la añoranza que le roía las entrañas desde el día aquel en que ella le abandonó. Un poco más allá, una vieja con aspecto de puta en decadencia que ya únicamente despertaba ternura y compasión, explicaba su vida a una audiencia inexistente y en la mesa del rincón, una pareja se besaba, discutía y se manoseaba al mismo tiempo en una mezcla imposible de amor, odio y deseo. Yo ya no sentía el bochorno que me había hecho entrar en el bar; sin embargo, me tomé de un sorbo el café ya frío mientras un irrefrenable deseo de salir de aquel lugar me invadía. Dejé una moneda sobre la barra y me levanté. Al abrir la puerta para salir a la calle, eché un último vistazo al bar y no pude evitar pensar en que hubo un tiempo en que cada uno de los que estaba allí había sido un niño que tan solo aspiraba a ser feliz.

miércoles, septiembre 03, 2008

Pudor inanimado


martes, septiembre 02, 2008

Clásicos populares (361)



Sinéad O'Connor - Nothing compares to you

Animales reales e imaginarios (38)

El gato salvaje de pelaje fucsia (Felis silvestris rosa) es una poco común subespecie del gato montés que vive en las áreas suburbanas y los parques de las principales ciudades del mundo. El gato salvaje de pelaje fucsia es similar en tamaño y peso al gato doméstico pero se distingue de éste por poseer un pelaje largo de color fucsia. En esta subespecie los machos se distinguen por poseer una mancha negra en forma de estrella en el nacimiento de la cola. El comportamiento de esta subespecies es por lo general solitario y, a diferencia del gato doméstico, raramente forma colonias. Sin embargo, en contraste con otros gatos monteses, es de natural pacífico y no suele presentar comportamientos agresivos excepto si se le molesta de forma insidiosa y repetida. De hábitos nocturnos, resulta raro verlo a la luz del día por lo que la mayoría de los habitantes de la ciudad nunca llegan a ver un gato salvaje de pelaje fucsia.

lunes, septiembre 01, 2008

Lucha de gigantes



Antonio Vega - Lucha de gigantes

Visión del niño que vivía en el vientre de un pájaro

Paseando

Nicolás siempre había tenido alma de vagabundo. Cuando estaba ocioso una de sus ocupaciones preferidas era dar largos paseos por la ciudad observando esos pequeños detalles que suelen pasar desapercibidos entre las prisas de los días de diario. Sobre todo, le gustaban las cosas efímeras, aquellas que sólo existen un instante para luego desvanecerse en el tiempo. Al recordarlas, sentía que cada uno de esos momentos había dejado su huella y había sobrevivido así al paso de los días. A veces, durante esos paseos, Nicolás se ponía trascendente y pensaba en su vida. En esos instantes se preguntaba si él formaría parte de algún momento que alguien recordase al pasar el tiempo. Entonces a Nicolás se le erizaba el pelo, apretaba el paso y, taciturno, volvía a casa luciendo sus elegantes andares de gato callejero.