Friedrich Wilhelm Voigt (1849-1922) fue el autor de una de las estafas más famosas del siglo XX. Voigt nació en Tilsit (Prusia Oriental) y ya desde su primera juventud mostró "sus dotes" para la delincuencia de medio pelo: a los 14 años ya había sido condenado por robo. En los años siguientes acumuló condenas por robos, estafas y timos diversos, por un total de 25 años, lo que le mantendría en la cárcel hasta 1906. Tras su salida de prisión, deambuló por Berlín donde recibió una orden de expulsión por indeseable. Fingió trasladarse a Hamburgo pero permaneció en la ciudad planeando su gran golpe.Compró un uniforme usado de capitán del ejército imperial y se dirigió a la guarnición de Köpenick. Ordenó al sargento de guardia dirigirse a la oficina del comandante del cuartel y ordenó a seis soldados acompañarle al ayuntamiento de Köpenick y hacer guardia en las salidas, impidiendo la entrada o salida de cualquier persona. Entró en el ayuntamiento y arrestó al alcalde Langerhans y al secretario Rosenkranz bajo la acusación de haber manipulado los libros de cuentas. Se apropió de 4.000 marcos y 70 pfennings en monedas como medida preventiva y extendió un recibo para dar una imagen de legalidad al tema. Para rematar el golpe, ordenó a la tropa conducir a los arrestados a la presencia del general Moltke en Berlín. A continuación se trasladó tranquilamente a la estación de Köpenick, se cambió de ropa y se fue.
Cuando se tuvo noticia del robo, la prensa alemana y la calle se romaron a risa el asunto y tanto el ejército como el ayuntamiento de Köpenick fueron objeto de las burlas más diversas. Lo mismo sucedió en el resto de Europa, donde el suceso fue aprovechado para hacer escarnio de Alemania e incluso del káiser.
La policía detuvo a Voigt el 26 de octubre de 1906, y tras un breve juicio, fue condenado a cuatro años de cárcel por estafa, suplantación de personalidad y detención ilegal. Sin embargo, la figura de Voigt había ganado tanta popularidad que el káiser le perdonó en agosto de 1908 porque, según parece, el propio emperador simpatizaba con el desparpajo mostrado por Voigt. Tras su liberación, Voigt hizó numerosas apariciones públicas (remuneradas) y se convirtió en una figura popular que inclusó realizaba giras por Alemania y los países limítrofes. Murió en 1930, completamente arruinado por la hiperinflación de los años 20.
La policía detuvo a Voigt el 26 de octubre de 1906, y tras un breve juicio, fue condenado a cuatro años de cárcel por estafa, suplantación de personalidad y detención ilegal. Sin embargo, la figura de Voigt había ganado tanta popularidad que el káiser le perdonó en agosto de 1908 porque, según parece, el propio emperador simpatizaba con el desparpajo mostrado por Voigt. Tras su liberación, Voigt hizó numerosas apariciones públicas (remuneradas) y se convirtió en una figura popular que inclusó realizaba giras por Alemania y los países limítrofes. Murió en 1930, completamente arruinado por la hiperinflación de los años 20.
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