lunes, junio 26, 2006

Animales reales e imaginarios (4)

El narval (Monodon monoceros) es un mamífero cetáceo odontoceto perteneciente a la familia de los monodóntidos.

Habita en los mares árticos, normalmente en pequeños grupos de 5 a 7 individuos. Presenta un moteado característico en la piel, carece de aleta dorsal y alcanza una longitud que oscila entre los 4 y los 6 metros sin contar el largo apédice cefálico, exclusivo de los machos, y que no es más que un largo diente (en raras ocasiones son dos) que puede llegar a medir hasta 2 metros y pesar hasta unos 10 kilos. Se trata de uno de los incisivos superiores del animal que se presenta retorcido a modo de sacacorchos. Los narvales exhiben una considerable reducción en el número de piezas dentales con respecto al resto de los odontocetos y éstas pueden llegar a desaparecer en los adultos, excepto en los machos, en los que siempre persiste el largo incisivo que utilizan aparentemente sólo con funciones de defensivas y de peleas rituales. Los narvales son cetáceos de gran actividad vocal.

Se cree que la introducción por parte de los vikingos de dientes de macho de narval a las rutas comerciales de la Europa medieval originó la leyenda del unicornio. Durante siglos se atribuyeron propiedades medicinales y de protección contra venenos a los cuernos de unicornio.

Este curioso cetáceo está muy difundido en el Océano Glacial Ártico, desde el cual a veces desciende en invierno hasta las costas septentrionales de Europa. Es por eso que el narval fue un animal importante para la economía de los pueblos esquimales. Éstos cazan aún en Groenlandia y Canadá lo que conocen con el nombre de tugalik como fuente de proteínas, de grasa como combustible y para la iluminación de lámparas. Anteriormente, se aprovechaban también otros productos tales como los dientes para confeccionar cabezas de arpón y los tendones a modo de hilo.

Extraído de Wikipedia





The Unicorns - I Was Born a Unicorn

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