Por diferentes motivos no suelo hablar de política en este blog; sin embargo, hoy voy a hacerlo. Yo ya he llegado a la hartura. La política es la teoría del gobierno y el arte de gobernar y su finalidad debería ser la de gestionar los asuntos públicos y mejorar las condiciones de vida del ciudadano. De los diferentes sistemas políticos, la democracia es el menos malo ya que se basa en la participación ciudadana. Tras esta primera consideración, veamos algunos aspectos de la política española actual:
1.- El enfrentamiento: Resulta lamentable observar como la política española se está convirtiendo en un campo de trincheras partidistas que sólo benefician a aquellos que piensan aquello tan hispánico de "Viva la libertad y muera quien no piense como yo". El bien público (aunque esto suene tan viejo como la Revolución Francesa) se supedita al interés partidista.
2.- La estupidez: Ejemplos abundan, apréciese el rancio aroma que desprenden personajes como Acebes o Zaplana.
3.- La cortedad de miras: A los antes citados, únanse otros como ERC para quien el espejo de Catalunya es Montenegro, o antes Lituania (hombre, si el ejemplo fuése Dinamarca u Holanda podríamos estar de acuerdo)
4.- Llenarse la boca con las palabras país, patria, etc. ¡Qué daño han hecho los patrioterismos! (aquí póngase el nombre de quien se desée). Al final resultan más importantes los sacrosantos valores nacionales (de nuevo póngase la nación que se considere oportuna) que solucionar los problemas reales de la gente.
5.- Hacer muchas leyes: Tenemos un problema, hagamos una ley. ¿Para qué queremos tantas leyes si luego no las cumplimos? ¿No sería mejor hacer menos leyes y cumplir las que hay?
6.- La injerencia de los jueces en la política: Si malo es que la política se interfiera con la justicia, malo también que la justicia interfiera en al política.
¿Alguién se ha dado cuenta que el coste de una vivienda es, cuando menos, el equivalente de entre 10 y 15 años del sueldo medio de cualquiera? ¿Alguién se ha dado cuenta que la precariedad del empleo es alarmante? ¿Alguien se ha dado cuenta de que la avalancha de inmigrantes que recibimos se produce por una distribución injusta de la riqueza? ¿Alguien se ha dado cuenta de que la inversión en investigación y desarrollo es catastrófica? ¿Alguien se ha dado cuenta que si no invertimos en África y en otros países, se producirá una catástrofe? (o quizás ésta ya ha ocurrido).
En algún momento deberemos decirles a nuestros políticos que ya está bien. Qué se dediquen a lo que se tienen que dedicar, que dejen de hacer el memo y de cabrear a la gente. El descrédito de los políticos y la política no es malo sólo para ellos, es malo para la libertad.
Ah! y por si a alguien le quedaban dudas: Ni Bush ni Chávez son ejemplos de nada.1.- El enfrentamiento: Resulta lamentable observar como la política española se está convirtiendo en un campo de trincheras partidistas que sólo benefician a aquellos que piensan aquello tan hispánico de "Viva la libertad y muera quien no piense como yo". El bien público (aunque esto suene tan viejo como la Revolución Francesa) se supedita al interés partidista.
2.- La estupidez: Ejemplos abundan, apréciese el rancio aroma que desprenden personajes como Acebes o Zaplana.
3.- La cortedad de miras: A los antes citados, únanse otros como ERC para quien el espejo de Catalunya es Montenegro, o antes Lituania (hombre, si el ejemplo fuése Dinamarca u Holanda podríamos estar de acuerdo)
4.- Llenarse la boca con las palabras país, patria, etc. ¡Qué daño han hecho los patrioterismos! (aquí póngase el nombre de quien se desée). Al final resultan más importantes los sacrosantos valores nacionales (de nuevo póngase la nación que se considere oportuna) que solucionar los problemas reales de la gente.
5.- Hacer muchas leyes: Tenemos un problema, hagamos una ley. ¿Para qué queremos tantas leyes si luego no las cumplimos? ¿No sería mejor hacer menos leyes y cumplir las que hay?
6.- La injerencia de los jueces en la política: Si malo es que la política se interfiera con la justicia, malo también que la justicia interfiera en al política.
¿Alguién se ha dado cuenta que el coste de una vivienda es, cuando menos, el equivalente de entre 10 y 15 años del sueldo medio de cualquiera? ¿Alguién se ha dado cuenta que la precariedad del empleo es alarmante? ¿Alguien se ha dado cuenta de que la avalancha de inmigrantes que recibimos se produce por una distribución injusta de la riqueza? ¿Alguien se ha dado cuenta de que la inversión en investigación y desarrollo es catastrófica? ¿Alguien se ha dado cuenta que si no invertimos en África y en otros países, se producirá una catástrofe? (o quizás ésta ya ha ocurrido).
En algún momento deberemos decirles a nuestros políticos que ya está bien. Qué se dediquen a lo que se tienen que dedicar, que dejen de hacer el memo y de cabrear a la gente. El descrédito de los políticos y la política no es malo sólo para ellos, es malo para la libertad.
David Bowie - Changes
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