Ziggy played guitar, jamming good with Weird and Gilly The spiders from Mars. He played it left hand But made it too far Became the special man, then we were Ziggy's band
Ziggy really sang, screwed up eyes and screwed down hairdo Like some cat from Japan, he could lick 'em by smiling He could leave 'em to hang Came on so loaded man, well hung and snow white tan.
So where were the spiders while the fly tried to break our balls Just the beer light to guide us, So we bitched about his fans and should we crush his sweet hands?
Ziggy played for time, jiving us that we were voodoo The kids were just crass, he was the nazz With God given ass He took it all too far but boy could he play guitar
Making love with his ego Ziggy sucked up into his mind Like a leper messiah When the kids had killed the man I had to break up the band.
Aunque para la mayoría de nosotros el tiempo transcurre sin que tengamos ninguna intervención en ello, este discurrir del tiempo es cualquier cosa menos natural. Sí, no se asombre, el tiempo se fabrica; quizás no de una manera consciente, pero se fabrica. ¿Tal vez no se había dado cuenta lo rápido que pasa el tiempo en algunas situaciones y lo lento que transcurre en otras? ¿Percepciones, dice usted? ¡Qué va, no sea iluso! Gracias a mi amistad con el afamado profesor M. –gran e ilustre vidente africano del que ya les hablé en alguna ocasión- he tenido acceso a la receta para fabricar tiempo. Bien, en realidad esta receta solo sirve para fabricar un nuevo año. pero le resultará muy útil e impresionará a sus conocidos, amistades y familiares. Las instrucciones son las siguientes:
Ponga en un caldero (le vale lo mismo una olla, una perola e incluso una sartén) un par de cucharadas colmadas de su vida anterior. Previamente habrá tenido la precaución de eliminar de este ingrediente todo aquello que pueda amargar el guiso. Este detalle es importantísimo y es aquí en dónde se producen la mayoría de fallos en la receta. Una vez hecho esto, añada unos deseos, pero tenga cuidado, que si todo sale bien, se pueden cumplir. Remueva con cariño y delicadeza y eche ahora un chorrito de sentimientos variados según su gusto (los venden en sobres de a cinco; personalmente les recomiendo los de sabor a risa y beso). Deje reposar la masa a sol y sereno hasta que doble su volumen. Métala en el horno a treinta y siete grados y cuando falten cinco minutos para las doce de la noche del día 31 de diciembre, sáquela y déjala reposar cinco minutos. A las doce en punto, ¡voilà!, estará lista para comer. Si ha seguido fielmente estas instrucciones tendrá trescientas sesenta y cinco raciones (aunque a veces se obtiene una ración extra).
Aurora consurgens (Aurora naciente) es un libro alquímico del siglo XIV (la primera edición conocida data de 1420) que trata desde un punto de vista alquímico sobre lo opuesto y lo complementario. Originalmente atribuido a Sto. Tomás de Aquino, hoy en día se considera de un autor distinto al que se ha dado en denominar pseudo-Aquino. Aurora consurgens reúne dos particularidades que le convirtieron en un referente tanto para la alquimia del final de la época medieval y el renacimiento como para la iconografía de la época. Por una parte, el libro contiene una serie de “principios” alquímicos relativos a la transformación de la materia y a la combinación de los opuestos a los que se podía otorgar la autoridad de su supuesto autor – Sto. Tomás de Aquino. Por otra parte, el libro contenía una serie de treinta y siete acuarelas en la que se representan algunos de los conceptos descritos en el libro. La iconografía utilizada resulta fascinante y algunos psicólogos (especialmente Marie-Louise von Franz, discípula de Jung) han querido ver en su texto y sus imágenes una puerta abierta del subconsciente. La edición original del libro se conserva en la Biblioteca Central de Zurich.
Algunas de las ilustraciones
La derrota del dragón por la acción del Sol y la Luna
La lucha del Sol y la Luna como metáfora del acto sexual El fuego somete y combina los elementos
Después de más de media hora de discusiones, el dependiente estaba a punto de perder los estribos.
Mire – dijo el dependiente intentando contener su ira; como ya le he dicho, si no me trae la factura de compra yo no puedo hacerle la devolución.
Pero si somos clientes desde hace siglos – replicó el anciano con voz lastimera.
Si yo le creo – contestó el dependiente en tono condescendiente; pero, ¿cómo justifico yo la devolución sin la factura? – añadió el dependiente.
Si no hay factura, el cambio lo pago yo. ¿Quiere usted que pague yo el cambio? – dijo el dependiente visiblemente enfadado.
No, no, claro – respondió el anciano y añadió: yo sólo quiero que usted se haga cargo de la situación; son tantas cosas las que hemos comprado que al final se acaban traspapelando las facturas. ¿De verdad que no podría hacer una excepción?
Si yo le comprendo y si por mi fuera ya le hubiese hecho el cambio, pero, póngase en mi lugar – respondió el dependiente.
Bueno, pues ya veo que no hay nada que hacer – dijo el anciano resignado.
De verdad que lo siento; si la encuentra yo le hago el cambio – dijo el dependiente en tono compungido.
El anciano sacó su teléfono móvil y buscó un número en la agenda.
- ¿Melchor? Soy Gaspar. Que la próxima vez vas a ir tú a hacer los cambios y yo me espero en el camello.
Como siempre por estas fechas su ánimo estaba bajo mínimos. Cada vez soportaba menos el ambiente navideño y desde hacía días se le podía escuchar refunfuñar por lo bajo: ¡consumir, consumir, consumir! ¡Nos hemos vuelto locos! Y si sólo fuera eso. Lo peor son esas voces chillonas repitiendo una y otra vez la misma cancioncilla. La tengo calvada en la cabeza: jingle bells, jingle bells, ¡jingle mierda! Y de esa ridiculez de disfraz rojo que da vergüenza de sólo mirarlo, ¿qué me dices? Si no fuera por lo que es… Y como cada año, mientras acababa de vestirse, Papá Noel pensó que ya era hora de que alguien más joven tomase el relevo y, así, él podría descansar por fin en una hermosa playa caribeña.
Es una calle larga y silenciosa. Ando en tinieblas y tropiezo y caigo y me levanto y piso con pies ciegos las piedras mudas y las hojas secas y alguien detrás de mí también las pisa: si me detengo, se detiene; si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie. Todo está oscuro y sin salida, y doy vueltas y vueltas en esquinas que dan siempre a la calle donde nadie me espera ni me sigue, donde yo sigo a un hombre que tropieza y se levanta y dice al verme: nadie.
Una de vaqueros. Exactamente eso, una de vaqueros, fue durante muchos años la única lectura de muchos que querían leer. Lectura rápida y sencilla, acción y emociones aseguradas y, al final, los buenos siempre acababan ganando. Literatura para la batalla diaria; para matar el hambre y avivar los sueños. Nunca debiste cruzar el río Grande, forastero… héroe por un instante… y, te fuiste cabalgando con la chica de tus sueños por aquella pradera sin fin.
El 5 de abril de 1815, los habitantes de la isla de Sumbawa en Java Oriental presenciaron una pequeña erupción del volcán Tambora que desde hacía varios años registraba signos de una creciente actividad. Tras la erupción, empezaron a escucharse una serie de detonaciones, cada vez de mayor intensidad, que pudieron ser escuchadas en lugares tan distantes como Yakarta (a más de 1.200 Km). Durante la noche del 5 al 6 de abril, la actividad pareció aumentar y el volcán empezó a expulsar grandes cantidades de ceniza que, transportadas por el viento, pronto llegaron a otras muchas partes de Indonesia.
En la madrugada del 10 de abril, la actividad volcánica creció aún más y a las 7 de la mañana, el monte Tambora se convirtió literalmente en una masa de lava de la que salían expulsadas rocas ígneas de hasta 20 centímetros de diámetro. La emisión de lava, rocas piroclásticas y ceniza continuó, acompañada de grandes explosiones continuó hasta el día 17 de abril, momento en el que comenzó a remitir. La erupción arrojó a la atmósfera unos 100 Km3 de material. El monte Tambora medía unos 4.000 metros antes de la erupción y se vio reducido a 2.850 metros tras ella con una caldera interior de 7 Km de diámetro. La vegetación quedó arrasada en la isla de Sumbawa y en otras islas colindantes en un radio de 30 Km. Entre 80.000 y 100.000 personas murieron como consecuencia directa de la erupción; sin embargo, el impacto de esta erupción se haría notar también en lugares muy distantes.
Tuve un sueño que no fue un sueño. El brillante Sol se apagó, y las estrellas Vagaron oscuramente por el espacio eterno.
Lord Byron – Darkness (fragmento)
Este poema de Lord Byron, escrito durante el verano de 1816, refleja el profundísimo efecto que la erupción de Tambora tuvo sobre el clima. La ingente cantidad de ceniza que quedó en suspensión tras la erupción (se calcula que la columna de humo llegó a una altura de entre 40 y 45 Km; directamente en la estratosfera) y que lentamente fue diseminándose en la atmósfera, bloqueaba la radiación solar con el consiguiente enfriamiento de las capas inferiores. Por otra parte, la gran cantidad de sulfuros evacuados en la erupción se combinaron con el agua atmosférica produciendo ácido sulfúrico. Como resultado, las gotas de sulfúrico aumentan la reflexión de la radiación solar y, al mismo tiempo, son responsables de una lluvia ácida de efectos devastadores para la agricultura.
Aunque los datos de los que se dispone son parciales, parece ser que los efectos más intensos se produjeron en Europa donde las temperaturas bajaron alrededor de un grado de media sobre los valores considerados normales en la época. Así por ejemplo, en Barcelona las temperaturas de los meses de julio y agosto de 1816 se correspondieron más con las de una primavera incipiente (con mínimas de 12 grados) que con las del verano. En latitudes más septentrionales los efectos fuyeron extremos y, de hecho, el hielo no se retiró prácticamente en todo el año en la banquisa ártica siendo posible llegar a Groenlandia desde Islandia a través de los hielos. En América y Asia el descenso de temperaturas fue más moderado (entre 0,3 y 0,7 grados). En gran parte de Europa, el descenso de temperaturas se acompaño de lluvias torrenciales o sequías lo que arruinó la mayor parte de las cosechas causando importantes hambrunas en diversos lugares del continente. Por ejemplo, en Suiza la hambruna fue enorme y se llegaron a registrar casos de canibalismo entre la población. Los efectos de la erupción de Tambora se prolongaron aun durante 1817 (en ese año se heló completamente el puerto de Nueva York) aunque en menor medida y a partir de 1818 las temperaturas tendieron a recobrar la normalidad pero todo el mundo recordaba el año en que no hubo verano.
El Libro de los viajes de San Brendán (Liber Navigatio Sancti Brendani Abbatis) -también llamado Barandán o Borondón en otras traducciones- fue uno de los textos más influyentes en el imaginario de la Edad Media. El libro, escrito en algún momento indeterminado entre el siglo VIII y el X, está vagamente basado en los viajes de evangelización realizados por Brendan de Conflert (c. 484-c. 577) que, partiendo de Irlanda llegó a las islas Shetland, Orcadas i Färoe.
En el primer capítulo, Brendán recibe la visita de un monje de nombre Barinto que le relata un viaje a la “Tierra de promisión de los Santos”. Brendán, cuyo fervor religioso (y su imaginación) se inflama con el relato decide emprender un viaje para ver el Paraíso Terrenal (que según la tradición se encontraba en algún lugar hacia el Este, más allá de la India clásica) y se hace a la mar acompañado de un número indeterminado de monjes o peregrinos (según las diferentes versiones oscilan entre 14 y 60). En esta travesía sufrirán numerosas aventuras tras las que, en muchos casos, se esconde una moraleja aleccionadora. Así, tras dos semanas de navegación quedan a la deriva hasta llegar a una isla en la que serán tentados por el diablo del que saldrán vencedores por la entereza y astucia de Brendán. Tras este episodio navegarán por el océano saltando de isla en isla a cuál más maravillosa hasta llegar a una isla móvil que resulta ser un pez gigante de nombre Iasconius (este relato, con ligeros cambios volverá a aparecer en las aventuras de Simbad dentro del ciclo de las Mil y una noches). Posteriormente llegarán a una isla paradisíaca poblada por aves de blanco plumaje que resultan ser los ángeles caídos en la rebelión de Luzbel. Más tarde llegarán a otra isla en la que viven unos monjes que no envejecen ni enferman ya que su única ocupación es alabar a Dios. Tras un nuevo paso por la isla-pez, Brendán y sus compañeros se enfrentarán a un monstruo marino gigante que se dirige a su embarcación con ánimo de devorarlos y de la que se librarán gracias a la oración y la intercesión divina. No será esta la última ocasión en la que se enfrentarán a bestias temibles ya que en otros episodios sufrirán ataques de pájaros descomunales, gigantes enfurecidos y aún más bestias marinas.
En la continuación de su periplo, Brendán y sus compañeros encontrarán a personajes diversos como Judas que pena sus culpas juntó a Herodes y Pilatos en una isla o el eremita Pablo, que vive en mística reclusión y ayuno desde hace más de 60 años. Tras siete años de navegación, Brendán y sus compañeros llegan a una isla envuelta en niebla que resulta ser su destino: La Tierra de Promisión de los Santos (el Paraíso Terrenal). Tras una estancia en la isla, emprenden el viaje de regreso que ya no se detalla.
El Liber Navigatio Sancti Brendani Abbatis se enmarca pues en los “libros de maravillas” medievales siendo uno de los más importantes con re-ediciones constantes hasta bien entrado el siglo XV. Posteriormente, algunos han querido ver en los viajes de San Brendán la descripción del descubrimiento europeo de América antes de Colón. De hecho, al menos en una ocasión se ha reproducido un viaje desde las costas de Irlanda hasta la Península del Labrador en una embarcación elaborada con la tecnología del siglo VI. En cualquier caso, los viajes de San Brendán ya forman parte del imaginario histórico de la cultura europea.
There must be some kind of way out of here Said the joker to the thief There’s too much confusion I can’t get no relief Businessman they drink my wine Plowmen dig my earth None will level on the line Nobody of it is worth Hey hey
No reason to get excited The thief he kindly spoke There are many here among us Who feel that life is but a joke but uh But you and I we’ve been through that And this is not our fate So let us not talk falsely now The hour’s getting late Hey
Hey
All along the watchtower Princes kept the view While all the women came and went Bare-foot servants to, but huh Outside in the cold distance A wild cat did growl Two riders were approachin’ And the wind began to howl Hey Oh All along the watchtower Hear you sing around the watch Gotta beware gotta beware I will Yeah Ooh baby All along the watchtower
Alguien tenía que haber calumniado a Josef K, pues fue detenido una mañana sin haber hecho nada malo. La cocinera de la señora Grubach, su casera, que le llevaba todos los días a eso de las ocho de la mañana el desayuno a su habitación, no había aparecido. Era la primera vez que ocurría algo semejante. K esperó un rato más. Apoyado en la almohada, se quedó mirando a la anciana que vivía frente a su casa y que le observaba con una curiosidad inusitada. Poco después, extrañado y hambriento, tocó el timbre. Nada más hacerlo, se oyó cómo llamaban a la puerta y un hombre al que no había visto nunca entró en su habitación. Era delgado, aunque fuerte de constitución, llevaba un traje negro ajustado, que, como cierta indumentaria de viaje, disponía de varios pliegues, bolsillos, hebillas, botones, y de un cinturón; todo parecía muy práctico, aunque no se supiese muy bien para qué podía servir.
––¿Quién es usted? ––preguntó Josef K, y se sentó de inmediato en la cama.
El hombre, sin embargo, ignoró la pregunta, como si se tuviera que aceptar tácitamente su
presencia, y se limitó a decir:
––¿Ha llamado?
––Anna me tiene que traer el desayuno ––dijo K, e intentó averiguar en silencio, concentrándose y reflexionando, quién podría ser realmente aquel hombre. Pero éste no se expuso por mucho tiempo a sus miradas, sino que se dirigió a la puerta, la abrió un poco y le dijo a alguien que presumiblemente se hallaba detrás:
––Quiere que Anna le traiga el desayuno.
Se escuchó una risa en la habitación contigua, aunque por el tono no se podía decir si la risa provenía de una o de varias personas. Aunque el desconocido no podía haberse enterado de nada que no supiera con anterioridad, le dijo a K con una entonación oficial:
––Es imposible.
––¡Es lo que faltaba! ––dijo K, que saltó de la cama y se puso los pantalones con rapidez––
Quiero saber qué personas hay en la habitación contigua y cómo la señora Grubach me explica este atropello.
Al decir esto, se dio cuenta de que no debería haberlo dicho en voz alta, y de que, al mismo tiempo, en cierta medida, había reconocido el derecho a vigilarle que se arrogaba el desconocido, pero en ese momento no le pareció importante. En todo caso, así lo entendió el desconocido, pues dijo:
––¿No prefiere quedarse aquí?
––Ni quiero quedarme aquí, ni deseo que usted me siga hablando mientras no se haya
presentado.
––Se lo he dicho con buena intención ––dijo el desconocido, y abrió voluntariamente la
Bajé del sueño, del sol y el miedo. Bajé y seguí bajando. No había nada. Deseé volver. Pero en el descenso había olvidado cómo a la infancia del primer verso trepar de nuevo. Y así (niños y niñas) me quedé solo, de ninguna parte rey y en mi noche por nadie abandonado. Y esta sola historia verdadera es el poeta.
El Necronomicón es, sin lugar a dudas, el libro no-escrito sobre el que más se ha escrito. Este es un libro ficticio mencionado en diversas novelas del escritor estadounidense Howard Phillips (H.P.) Lovecraft (foto). El libro aparece mencionado por primera vez en una historia corta titulada “El sabueso” (1922). El Necronomicón es un libro supuestamente escrito por un loco sabio yemení de nombre Abdul Al-Hazred. Según la historia pergeñada por Lovecraft y completada por sus seguidores como August Derleth, el libro originalmente se llamó Al-Azif (“el ruido de los insectos”) recibiendo posteriormente el nombre de Necronomicón en su traducción griega de Teodoro Philetas (hacia 950) y divulgada en Occidente por una traducción del latín a cargo de Olaus Wormius en 1228. Los títulos de la obra y de sus traductores constituyen juegos de palabras. Así, Necronomicón significaría “El libro que contiene las Leyes de los muertos” y Olaus Wormius (que realmente fue un sabio danés del siglo XVII) tiene una clara raíz en Worm (gusano, en inglés). De hecho, Robert Bloch –uno de los seguidores de Lovecraft- cita otro grimorio titulado “De vermis mysteriis” (“Los misterios de los gusanos”, en alusión a la descomposición del cadáver). En este contexto fantástico, el Necronomicón y sus copias habrían sido prohibidas y destruidas en numerosas ocasiones pero de forma clandestina un ejemplar llegó a una librería de Salem (Massachussets) de la que se salvó del fuego en 1692 (en una clara alusión al proceso de las brujas de Salem) y, finalmente, apareció en San Francisco doscientos años más tarde. Por último, una versión completa y sin censura llega a la biblioteca de la Universidad de Miskatonic (universidad ficticia que aparece en la obras de Lovecraft)
Aunque nunca llega a detallarse el contenido concreto del Necromicón, se supone que el libro en realidad está compuesto por distintas partes en las que se detalla la historia de los seres primigenios que forman la mitología lovecraftiana y las artes mágicas y los rituales para su invocación. En varias de las obras del ciclo de “Los mitos de Cthulhu” aparece una cita, supuestamente perteneciente al Necronomicón: That is not dead which can eternal lie. And with strange aeons even death may die (No está muerto lo que descansa eternamente. Y con el paso del tiempo (literalmente eones) incluso los muertos pueden morir).
Por sorprendente que pueda parecer, durante su vida Lovecraft recibió cientos de cartas demandando información sobre el libro. Como anécdota cabe destacar que en diferentes ocasiones, fans de Lovecraft, o simples bromistas, han incluido “El Necronomicón” en las fichas de prestigiosas bibliotecas o catálogos de libros. Asimismo, se han editado diversas versiones de este libro inexistente, algunas de ellas como homenaje a Lovecraft, otras con un espíritu de divertimento y otras, con un ánimo claramente de engañar a los lectores.
Otros libros inexistentes que aparecen en obras de Lovecraft o de escritores de su círculo son: Cultes des goules de un supuesto Conde d'Erlette, Unaussprechlichen Kulten, Liber Ivonis o Libro de Eibon, Los manuscritos pnakóticos,Los siete libros crípticos de Hsan, El pueblo del Monolito y el ya citado De vermis mysteriis.
Well we know where we’re goin But we don’t know where we’ve been And we know what we’re knowin’ But we cant say what we’ve seen And we’re not little children And we know what we want And the future is certain Give us time to work it out
We’re on a road to nowhere Come on inside Takin’ that ride to nowhere We’ll take that ride
I’m feelin’ okay this mornin’ And you know, We’re on the road to paradise Here we go, here we go
We’re on a road to nowhere Come on inside Takin’ that ride to nowhere We’ll take that ride
Maybe you wonder where you are I don’t care Here is where time is on our side Take you there...take you there
Were on a road to nowhere Were on a road to nowhere Were on a road to nowhere
There’s a city in my mind Come along and take that ride And it’s all right, baby, it’s all right
And it’s very far away But it’s growing day by day And it’s all right, baby, it’s all right
They can tell you what to do But they’ll make a fool of you And it’s all right, baby, it’s all right
Richard Sorge es uno de los nombres emblemáticos del espionaje internacional. Hijo de un ingeniero alemán y de madre rusa, Sorge nació en Bakú (Azerbayán) en 1895. A los nueve años, su familia se traslada a vivir en las afueras de Berlín donde Richard es criado como un niño alemán más. Sin embargo, su madre mantiene vivo en él el espíritu ruso lo que tendrá una influencia decisiva en sus actos durante el periodo nazi.
En 1914, con el estallido de la Primera Guerra Mundial, Richard es reclutado y en 1915 es enviado al frente oriental en dónde se hace merecedor de la Cruz de Hierro. En 1916 resulta herido por metralla y después de una larga convalecencia es licenciado del ejército. Richard vuelve a la Universidad de Hamburgo donde se licenciará en Ciencias Políticas en 1919. Durante este periodo entrará en contacto con diversos grupos de ideología marxista y en 1925 ingresará en el entonces poderoso Partido Comunista Alemán (KPD). En 1926, viaja a la Unión Soviética en donde conoce a Ekaterina, la que será su mujer. Tras este viaje, Richard se integra en las actividades del KOMINTERN (la Internacional Comunista) y viaja a Inglaterra para informarse sobre el movimiento obrero en el Reino unido. Vuelve a Alemania en 1929 y empieza a trabajar como periodista del Getreide Zeitung e informador para la Unión Soviética.
En 1930, Sorge viaja a China como corresponsal del Frankfurter Zeitung. Allí entra en contacto con Max Clausen (otro espía soviético) y, sobre todo, entabla amistad con Ozaki Hotsumi, enviado del Asahi Shimbun, uno de los principales periódicos japoneses, que acabará convirtiéndose en colaborador de Sorge. Tras tres años de estancia en China, Moscú le ordena establecer una red de espías en Japón pero antes, Richard vuelve a Alemania e ingresa en el partido nazi, lo qu ele servirá de cobertura para sus actividades. Logra trabajo como corresponsal de distintas publicaciones alemanas (Borsen Zeitung, Tagliche Rundschau y Geopolitik). En esta etapa conoce al teniente coronel Eugene Ott, agregado militar en Tokio y que posteriormente será nombrado embajador en Japón.
En Japón, Sorge establece una red de espionaje compuesta por cuatro personas: Miyai Yotoku (un pintor), Branco Vukelic (periodista francés de origen croata), Max Clausen y Ozaki Hotsumi (foto). La habilidad de los miembros de la red unida a la capacidad de Sorge para hacer amigos y confidentes en todas partes, convierten a esta red en una de las más eficientes en la historia del espionaje internacional. Tal fue su capacidad de pasar desapercibidos que la dirección del NSDAP le pidió a Sorge que dirigiera las actividades del partido en Japón (ofrecimiento que Sorge declinó) y Ozaki Hotsumi formó parte del gabinete del primer ministro de Japón Fumimaro Konoye. De hecho, Sorge convenció a la embajada alemana para que le dejasen actuar de espía para el gobierno alemán. Gracias a la confianza del embajador (a la sazón Eugene Ott), Sorge descifra las claves de la marina de guerra alemana.
Una vez iniciada la Segunda Guerra Mundial, el papel de Sorge adquiere cada vez mayor relevancia, en particular tras la firma del Pacto Anti-Komitern y del pacto germano-soviético de 1939. Durante la primavera de 1940, varios de los mensajes de Sorge son interceptados por el contraespionaje japonés que, sin embargo, no llegan a relacionar los mensajes con su autor. Durante el inicio de 1941, Sorge informa repetidamente a Moscú que Alemania atacará a la Unión Soviética próximamente. Así, tras la caída de Yugoslavia (mayo de 1941) Sorge informa de una fecha cercana al 20 de junio de 1941 par ala invasión alemana. Finalmente, el 15 de junio de 1941 Sorge informa a Moscú que la invasión se iniciará en la madrugada del 22 de junio según ha podido saber en la embajada alemana en Tokio. Stalin considera la información como una intoxicación alemana y desprecia la información. A las 3h 15 min del 22 de junio de 1941, tres millones y medio de soldados del ejército alemán invaden la Unión Soviética en un frente de más de 1.500 Km de longitud. En poco menos de dos meses, la Wehrmacht ocupa los países bálticos, Ucrania y está a las puertas de Leningrado. La situación para la Unión Soviética es crítica y puede serlo más si Japón invade el país por Manchuria. A finales de septiembre Sorge informa a Moscú que Japón no tienen intención de abrir un frente con la URSS.
El 15 octubre de 1941 confirma esta información y añade que Japón ha decidido atacar por sorpresa alos Estados Unidos. Esta información le permite a Stalin movilizar hacia el oeste a la mayoría de divisiones estacionadas en la frontera China y con ello para la ofensiva alemana ya en las puertas de Moscú. El 18 de octubre de 1941, Sorge es detenido tras haberle sido tendida una trampa. Agentes japoneses le presentan a una mujer, hija de un inglés y una japonesa, a la que Richard invita a pasar la noche con él. En el trayecto a su casa, Sorge se deshace de una nota arrojándola por la ventanilla. Este detalle no pasa desapercibido a su acompañante que le dice que sólo se quedará con él esa noche si puede telefonear a su familia. Caballerosamente, Sorge busca una cabina de teléfono y se aparta para no escuchar la conversación. En realidad, la mujer está llamando a los agentes del contraespionaje japonés que recuperan la nota. Sorge es detenido la mañana siguiente. El resto de colaboradores caerá inmediatamente.
Tras su detención, las autoridades japonesas dudan sobre qué hacer con él. Por una parte quieren obtener el máximo de información de él; por otra están presionadas por los alemanes que les piden su entrega y, finalmente, desean dar ejemplo a los posibles espías. Descartada la entrega a los alemanes (Sorge conocía demasiados secretos japoneses), las autoridades se decantan por extraerle toda la información posible. La detención, el interrogatorio y el juicio de Sorge se prolongarán hasta el otoño de 1944 y, finalmente, será ahorcado el 7 de noviembre de ese año. De sus colaboradores sólo Clausen sobrevive a la guerra, Yotoku y Vukelic mueren en la cárcel (probablemente torturados) y Hozumi también es ahorcado.
Las bellas ventanas abiertas y cerradas Suspendidas de los labios del día Las bellas ventanas en camisa Las bellas ventanas de cabellos de fuego en la noche negra Las bellas ventanas de gritos de alarma y de besos Encima de mí debajo de mí detrás de mí están menos que en mí En donde sólo forman un único cristal azul como los trigos Un diamante divisible en tantos diamantes como se necesitarían para bañar a todos los bengalíes Y las estaciones que no son cuatro sino quince o dieciséis En mí entre las cuales está aquella en donde el metal florece Aquella cuya sonrisa es tenue como un encaje Aquella cuyo rocío al atardecer une las mujeres y las piedras Las estaciones luminosas como el interior de una manzana de la que se hubiera desprendido un trozo O como un barrio excéntrico habitado por seres que están en combinación con el viento O como el viento del espíritu que de noche hierra de pájaros sin límites a los caballos con ollares de álgebra O como la fórmula
Tintura de pasionaria {aa 50 cent. cúbicos Tintura de majuelo {aa 50 cent. cúbicos
Tintura de muérdago 5 cent. cúbicos Tintura de escila 3 cent. cúbicos
que combate el ruido del galope
Las estaciones rehacen malla a malla su red que resplandece con el agua viva de mis ojos Y en esa red todo lo que he visto es la espiral de una fabulosa caracola Que me recuerda la ejecución en recinto cerrado del emperador Maximiliano Y todo lo que he amado es la rama más alta del árbol de coral que será fulminado Es la estilográfica del reloj de sol a las doce en punto de la noche Lo que conozco bien lo que conozco tan poco que préstame tus garras viejo delirio Para alzarme con mi corazón a lo largo de la catarata Los aeronautas hablan de la eflorescencia del aire en invierno
Como cada mañana a esa hora, la gente se dirigía a su trabajo con paso rápido y ese aire soñoliento de quien ha dormido poco y se ha levantado pronto. E. iba a entrar en el metro cuando alguien en quien no se había fijado antes le alargo un pequeño papel en el que podía leerse:
Profesor M. Gran ilustre vidente africano con rapidez, eficacia y garantía NO HAY PROBLEMA SIN SOLUCIÓN
Cualquier dificultad por difícil que sea (dinero, amor, impotencia sexual, suerte, quitar hechizos, etc.) la soluciona inmediatamente con resultados positivos y garantizados al 100%. Todos los días de 8 a 22h en calle G. número 35. Teléfono: 6xx xxx xxx. Hablo español, francés, inglés y portugués.
E. se paró un momento y pensó en lo mal que estaba todo. Una persona capaz y que dominaba cuatro idiomas tenía que promocionarse en la puerta del metro. E. arrugó la propaganda en su puño y se disponía a lanzarla a una papelera cuando una idea cruzó por su cabeza. Deshizo la bola de papel y la guardó en su cartera. Quizás fuera deformación profesional, pero el profesor M. necesitaba que alguien le redactase un anuncio creíble.
Jenny said, when she was just five years old There was nothin' happening at all Every time she puts on the radio There was nothin' goin' down at all, not at all Then, one fine mornin', she puts on a New York station You know, she couldn't believe what she heard at all She started shakin' to that fine, fine music You know, her life was saved by rock'n'roll
Despite all the imputations You know, you could just go out And dance to a rock'n'roll station And it was all right, hey baby, You know, it was all right
Jenny said, when she was just about five years old `You know, my parents are gonna be the death of us all Two TV sets and two Cadillac cars Well, you know, ain't gonna help me at all`
Then, one fine morning, she turns on a New York station She doesn't believe what she hears at all Ooh, she started dancin' to that fine, fine music You know, her life was saved by rock'n'roll Yeah, rock'n'roll
Despite all the computations You could just dance to that rock'n'roll station And baby, it was all right, yeah Hey, it was all right Hey, here she comes now
Jenny said, when she was just about five years old 'Hey, you know, there's nothin' happening at all, not at all Every time I put on the radio You know, there's nothin' goin' down at all, not at all But, one fine morning, she hears a New York station She couldn't believe what she heard at all, hey, not at all She started dancing to that fine, fine music You know, her life was saved by rock'n'roll Yes, rock'n'roll
Despite all the computations You know, you could just dance to the rock'n'roll station
All right All right, all right, and it was all right Oh, listen to me now, it was all right Come on now, believe me, it was all right it was all right hey, it's all right now,.......
Juan temía la llegada de la Navidad. Como a otros muchos, el ambiente navideño le deprimía. Las luces, los villancicos y, sobre todo, la obligación de estar contento, eran superiores a sus fuerzas y al finalizar las fiestas siempre se sentía exhausto. Los síntomas de su síndrome navideño empezaban puntualmente con la cantinela del sorteo de lotería de Navidad, empeoraban hasta Año Nuevo y poco a poco iba recuperándose a partir del día de Reyes. No es que Juan fuese un tipo triste; al contrario, era de natural alegre; sin embargo, el ambiente de la Navidad actuaba sobre él como un veneno. Juan siempre pensaba que sería estupendo poder irse a dormir el día 23 y despertarse el 7 de enero.
Juan se despertó sobresaltado. Su cabeza estaba embotada y tenía esa extraña sensación, propia de una siesta de domingo por la tarde, en la que uno no sabe si es de día o de noche. A tientas buscó el reloj en la mesilla de noche y se lo acercó a los ojos. Las siete y cinco. Bueno, aún era media tarde. Se levanto y sin siquiera ponerse las zapatillas se dirigió a la ventana para subir la persiana. Aunque no era tarde todo estaba extrañamente quieto. Miró por la ventana y las aceras estaban completamente desiertas y los comercios estaban cerrados. Le pareció muy extraño y encendió la radio. Una voz familiar anunció que eran las siete y diez de la mañana del día 7 de enero ¡No podía ser! Él se había ido a hacer la siesta a las tres de la tarde pero del día 21 de diciembre. No podía haber dormido tanto. ¡Había perdido 16 días de su vida!
Juan se despertó sobresaltado. Su cabeza estaba embotada y tenía esa extraña sensación, propia de una siesta de domingo por la tarde, en la que uno no sabe si es de día o de noche. A tientas buscó el reloj en la mesilla de noche y se lo acercó a los ojos. Las siete y cinco. Se levantó de un salto y se dirigió corriendo a la ventana para subir la persiana. Ya era de noche pero la calle era un hervidero de gente yendo arriba y abajo. Juan miró las luces de los comercios y sonrió. Por primera en su vida deseó que mañana le despertase la cantinela de la lotería de Navidad.
Título: Pop Muzik Intérprete: M (Robin Scott y Brigit Vinchon) Otros músicos que participaron en la grabación: Julian Scott (bajo), Wally Badarou (teclado), John Lewis (sintetizadores) Productor: Robin Scott Sello: MCA Records Fecha de lanzamiento: 1979 Posición más alta en las listas: #1 en USA; #2 en el Reino Unido. Ningún otro tema se situó por encima del #30 en las listas americanas o europeas
M- Pop Muzik
Spoiler ...
Get up... Get down...
Radio, video Boogie with a suitcase Your livin' in a disco Forget about the rat race Let's do the milkshake, sellin' like a hotcake Try some buy some fee-fi-fo-fum
Talk about, pop musik Talk about, pop musik
Shoobie doobie do wop I wanna dedicate this Pop pop shoo wop Everybody made it Shoobie doobie do wop Infiltrate it Pop pop shoo wop Activate it
New York, London, Paris, Munich Everybody talk about pop musik Talk about, pop musik Talk about, pop musik Pop pop pop pop musik
Singing in the subway Shuffle with a shoe shine Fix me a molotov I'm on the headline
Wanna be a gun slinger Don't be a rock singer Eenie meenie mynie moe Tell me where you wanna go
Talk about, pop musik Talk about, pop musik
Shoobie doobie do wop Lyin' in the tree(?) Pop pop shoo wop Eenee meenie Shoobie doobie do wop (?) Pop pop shoo wop You know what I mean
Hit it...
Now you know what to say...
Talk about, pop musik Pop pop pop pop musik
All around the world wherever you are dance in the street anything you like do it in your car in the middle of the night
La la la la la la la la la La la la la la la la
La la la la la la la la la La la la la la la la
Dance in the supermart Dig it in the fastlane Listen to the countdown They're playin' our song again
I can't get jumping jack I wanna hold - get back Moonlight muzak Knick knack patty whack
Talk about, pop musik Talk about, pop musik
Shoobie doobie do wop It's all around you Pop pop shoo wop Gonna suround you Shoobie doobie do wop It's all around Pop pop shoo wop
Hit it...
New York, London, Paris, Munich Everybody talk about pop musik Talk about, pop musik Talk about, pop musik Pop pop pop pop musik
Now... listen... Talk about, Pop pop pop pop musik
Otis Redding - Fa fa fa fa fa fa (sad song) + My girl
Spoiler ...
fa fa fa fa fa fa fa fa fa fa fa fa fa fa fa fa fa
I keep singin' them sad sad song y'all, Sad song is of all I know. I keep singin' them sad sad song y'all, Sad song is all I know.
It has a sweet melody, tonight, anybody can sing it, any all time It got to your heart, put you in a groove, and when you sing this song, it will make your whole body move
it goes
fa fa fa fa fa fa fa fa fa Your turn I'll turn fa fa fa fa fa fa fa fa (fa) Your turn now
All my life I've been singin' them sad song trying to get my message to you. But you see, only song y'all, I can sing and when I can you singing, my message will be to you
It goes
fa fa fa fa fa fa fa fa fa Your turn now
It's a lovely song y'all, Sweet music honey, It feels to life over, It tells a story over, You got to get your message A stone message honey A lovely line baby I've been wanting a line..watch it
- Cuando no duermes de noche, y la cabeza te da vueltas durante horas, puedes llegar muy lejos, y aun tomar caminos extraños… - Sí, ya sé. - Pero yo sentía como me latía el corazón. Y recordaba que tú me habías analizado la sangre. ¿Cómo es mi sangre? Ahora puedes decirme la verdad. - Tu sangre es igual que la mía. - ¿De veras? - Te lo juro. - ¿Qué significa esto? Yo me decía que ese…ese poder desconocido quizá se ocultaba en alguna parte de mí, ocupando muy poco lugar. Pero no sabía donde se escondía. Ahora, pienso que buscaba un subterfugio, pues no me atrevía a tomar una decisión; tenía miedo, buscaba otra salida.
Hacia el año 1000 de nuestra era en la mayor parte de Europa Occidental se había consolidado el feudalismo y el cristianismo era la religión predominante aunque la mayor parte de la Península Ibérica está bajo el control de reyes musulmanes y los turcos empujan las puertas del Imperio Bizantino desde Anatolia. En 1054 la Iglesia bizantina se separa de la romana a causa de discrepancias tanto políticas (el Patriarca de Constantinopla no acepta la sumisión al Papa) como teológicas (principalmente sobre la naturaleza del Espíritu Santo y sobre la Eucaristía) y las relaciones de la Iglesia Oriental con la Occidental no son fáciles. Sin embargo, el empuje de los turcos en Anatolia obliga al emperador bizantino Alejo Comneno a solicitar formalmente ayuda al Papa Urbano II (1090) y éste, en el Concilio de Clermont, lanza una llamada a realizar una cruzada no sólo para ayudar al emperador bizantino sino para recuperar los Santos Lugares.
En 1096, llega la primera oleada de cruzados bajo la dirección de Pedro el Ermitaño en la que se conoció como Cruzada de los Pobres. Esta expedición es un desastre de organización y sólo llegan a Constantinopla unos 30.000 cruzados de los que Alejo Comneno se deshace ayudándoles a cruzar rápidamente el Bósforo. La mayoría de ellos acabarían muertos o como esclavos de los turcos. Sin embargo, en paralelo se organiza una poderosa alianza militar de francos, normandos, sicilianos, provenzales y flamencos entre otros. Los cruzados llegan a Constantinopla entre noviembre de 1096 y mayo de 1097 y se dirigen hacia Antioquia que conquistan en la siguiente primavera. De ahí, se dirigen a Jerusalén que capturan el 15 de julio de 1099 en medio de un baño de sangre. La ciudad estará en manos de los cruzados hasta 1184. Hasta 1269 se organizarán otras siete cruzadas pero Jerusalén sólo volverá a manos de los cruzados entre 1288 y 1244.
En este contexto de religiosidad y continuo movimiento de gentes entre Europa y Oriente Próximo, florece el comercio de reliquias sagradas. Estas reliquias eran utilizadas como elementos de estímulo del fervor religioso, lo que reforzaba la posición de la Iglesia como fuerza predominante de la sociedad. Reyes, señores feudales, obispos y monasterios deseaban y se disputaban la posesión de estas reliquias cuya aura impregnaba de legitimidad sacra a sus poseedores.
Cualquier cosa podía constituir una reliquia sagrada. Así, se documentan plumas del Arcángel San Miguel (iglesia de la Madonna di Loreto), el anillo nupcial de la Virgen María (Iglesia de Sta. María de Via Lata, Roma), un cuerno del profeta Moisés (Catedral de Génova), unas huellas de las “asentaderas” de Cristo (Catedral de Reims), leche de la Virgen María (San Juan de Letrán, Roma), un peine de la Virgen María (Abadía de Laach, Alemania) o un rayo de la estrella de Belén atrapado en cristal (San Juan de Letrán), entre otras reliquias. De todos modos, las más apreciadas eran aquellas directamente relacionadas con Cristo y su Pasión, particularmente trozos de la cruz (lignum crucis, en la foto el de Santo Toribio de Liébana, el de mayor tamaño) de los que se conocen varios cientos, los clavos de la Pasión (se conocen 35), los sudarios de Cristo de los que el más conocido es la Sabana Santa de Turín (aunque hay otros 40), santos rostros (de los que hay varios), la lanza de Longinos (de la que se describen al menos cinco a partir del año 980), la corona de espinas (para la que Luís IX hizo construir la Saint Chapelle de París) y, por encima de todos, el Santo Cáliz de los que al menos dos se consideraron auténticos, el de Valencia y el de París.
La fiebre de las reliquias fue en aumento durante el siglo XII y especialmente el XIII. El saqueo de Constantinopla por los cruzados en 1204 inundó todas las cortes de Europa con las reliquias más raras y preciosas y no hubo rey, abad o noble que no poseyera aunque fuera tan sólo un prepucio de Jesús o un trozo de pan de la Última Cena. A tal punto llegó el asunto que la propia Iglesia Católica se vio obligada a intervenir ya que en muchas ocasiones las reliquias rayaban en lo absolutamente ridículo (como por ejemplo, los huevos de la paloma del Espíritu Santo que se veneraban en la Catedral de Maguncia).
La pasión por las reliquias continuaría durante toda la Edad Media y más allá pero ya nunca volvería a ser lo mismo que durante la época de las Cruzadas en las que todo aquel que iba a Constantinopla o a Tierra Santa podía traer en sus alforjas un pedazo de santidad.
Título original: El ángel exterminador País: México Año de estreno: 1962 Director: Luís Buñuel Guión: Luís Buñuel y Luís Alcoriza Productor: Gustavo Alatriste Fotografía: Gabriel Figueroa
Sinopsis: Un grupo de gente que se han reunido para cenar quedan encerrados de una forma misteriosa en el comedor de la casa. A lo largo de los días de encierro las pasiones más elementales ganan terreno a la razón y la convivencia se deteriora a marchas forzadas.
Reparto:
Silvia Pinal ................ Leticia Enrique Rambal .............. Edmundo Nobile Claudio Brook ............... Julio (el mayordomo) José Baviera ................ Leandro Augusto Benedico ............ Doctor Conde Antonio Bravo ............... Sergio Russell Jacqueline Andere ........... Alicia de Roc César del campo ............. Coronel Rosa Elenea Durgel .......... Silvia Lucy Gallardo ............... Lucía de Nobile Enrique G. Álvarez .......... Alberto Roc Ofelia Guilmaín ............. Juana de Ávila Nadia Haro .................. Ana Maynar Tito Junco .................. Raúl Xavier Loya ................. Francisco Ávila Xavier Massé ................ Eduardo Ofelia Montesco ............. Beatriz Luís Beristaín .............. Cristián Ugalde Patricia Morán .............. Rita Ugalde Patricia de Morelos ......... Blanca Bertha Moss ................. Leonora
Comentario: Una obra maestra que reflexiona sobre la condición humana en una situación límite.