El Libro de los viajes de San Brendán (Liber Navigatio Sancti Brendani Abbatis) -también llamado Barandán o Borondón en otras traducciones- fue uno de los textos más influyentes en el imaginario de la Edad Media. El libro, escrito en algún momento indeterminado entre el siglo VIII y el X, está vagamente basado en los viajes de evangelización realizados por Brendan de Conflert (c. 484-c. 577) que, partiendo de Irlanda llegó a las islas Shetland, Orcadas i Färoe.
En el primer capítulo, Brendán recibe la visita de un monje de nombre Barinto que le relata un viaje a la “Tierra de promisión de los Santos”. Brendán, cuyo fervor religioso (y su imaginación) se inflama con el relato decide emprender un viaje para ver el Paraíso Terrenal (que según la tradición se encontraba en algún lugar hacia el Este, más allá de la India clásica) y se hace a la mar acompañado de un número indeterminado de monjes o peregrinos (según las diferentes versiones oscilan entre 14 y 60). En esta travesía sufrirán numerosas aventuras tras las que, en muchos casos, se esconde una moraleja aleccionadora. Así, tras dos semanas de navegación quedan a la deriva hasta llegar a una isla en la que serán tentados por el diablo del que saldrán vencedores por la entereza y astucia de Brendán. Tras este episodio navegarán por el océano saltando de isla en isla a cuál más maravillosa hasta llegar a una isla móvil que resulta ser un pez gigante de nombre Iasconius (este relato, con ligeros cambios volverá a aparecer en las aventuras de Simbad dentro del ciclo de las Mil y una noches). Posteriormente llegarán a una isla paradisíaca poblada por aves de blanco plumaje que resultan ser los ángeles caídos en la rebelión de Luzbel. Más tarde llegarán a otra isla en la que viven unos monjes que no envejecen ni enferman ya que su única ocupación es alabar a Dios. Tras un nuevo paso por la isla-pez, Brendán y sus compañeros se enfrentarán a un monstruo marino gigante que se dirige a su embarcación con ánimo de devorarlos y de la que se librarán gracias a la oración y la intercesión divina. No será esta la última ocasión en la que se enfrentarán a bestias temibles ya que en otros episodios sufrirán ataques de pájaros descomunales, gigantes enfurecidos y aún más bestias marinas.
En la continuación de su periplo, Brendán y sus compañeros encontrarán a personajes diversos como Judas que pena sus culpas juntó a Herodes y Pilatos en una isla o el eremita Pablo, que vive en mística reclusión y ayuno desde hace más de 60 años. Tras siete años de navegación, Brendán y sus compañeros llegan a una isla envuelta en niebla que resulta ser su destino: La Tierra de Promisión de los Santos (el Paraíso Terrenal). Tras una estancia en la isla, emprenden el viaje de regreso que ya no se detalla.
El Liber Navigatio Sancti Brendani Abbatis se enmarca pues en los “libros de maravillas” medievales siendo uno de los más importantes con re-ediciones constantes hasta bien entrado el siglo XV. Posteriormente, algunos han querido ver en los viajes de San Brendán la descripción del descubrimiento europeo de América antes de Colón. De hecho, al menos en una ocasión se ha reproducido un viaje desde las costas de Irlanda hasta la Península del Labrador en una embarcación elaborada con la tecnología del siglo VI. En cualquier caso, los viajes de San Brendán ya forman parte del imaginario histórico de la cultura europea.
Texto completo del Liber Navigatio Sancti Brendani Abbatis
En el primer capítulo, Brendán recibe la visita de un monje de nombre Barinto que le relata un viaje a la “Tierra de promisión de los Santos”. Brendán, cuyo fervor religioso (y su imaginación) se inflama con el relato decide emprender un viaje para ver el Paraíso Terrenal (que según la tradición se encontraba en algún lugar hacia el Este, más allá de la India clásica) y se hace a la mar acompañado de un número indeterminado de monjes o peregrinos (según las diferentes versiones oscilan entre 14 y 60). En esta travesía sufrirán numerosas aventuras tras las que, en muchos casos, se esconde una moraleja aleccionadora. Así, tras dos semanas de navegación quedan a la deriva hasta llegar a una isla en la que serán tentados por el diablo del que saldrán vencedores por la entereza y astucia de Brendán. Tras este episodio navegarán por el océano saltando de isla en isla a cuál más maravillosa hasta llegar a una isla móvil que resulta ser un pez gigante de nombre Iasconius (este relato, con ligeros cambios volverá a aparecer en las aventuras de Simbad dentro del ciclo de las Mil y una noches). Posteriormente llegarán a una isla paradisíaca poblada por aves de blanco plumaje que resultan ser los ángeles caídos en la rebelión de Luzbel. Más tarde llegarán a otra isla en la que viven unos monjes que no envejecen ni enferman ya que su única ocupación es alabar a Dios. Tras un nuevo paso por la isla-pez, Brendán y sus compañeros se enfrentarán a un monstruo marino gigante que se dirige a su embarcación con ánimo de devorarlos y de la que se librarán gracias a la oración y la intercesión divina. No será esta la última ocasión en la que se enfrentarán a bestias temibles ya que en otros episodios sufrirán ataques de pájaros descomunales, gigantes enfurecidos y aún más bestias marinas.
En la continuación de su periplo, Brendán y sus compañeros encontrarán a personajes diversos como Judas que pena sus culpas juntó a Herodes y Pilatos en una isla o el eremita Pablo, que vive en mística reclusión y ayuno desde hace más de 60 años. Tras siete años de navegación, Brendán y sus compañeros llegan a una isla envuelta en niebla que resulta ser su destino: La Tierra de Promisión de los Santos (el Paraíso Terrenal). Tras una estancia en la isla, emprenden el viaje de regreso que ya no se detalla.
El Liber Navigatio Sancti Brendani Abbatis se enmarca pues en los “libros de maravillas” medievales siendo uno de los más importantes con re-ediciones constantes hasta bien entrado el siglo XV. Posteriormente, algunos han querido ver en los viajes de San Brendán la descripción del descubrimiento europeo de América antes de Colón. De hecho, al menos en una ocasión se ha reproducido un viaje desde las costas de Irlanda hasta la Península del Labrador en una embarcación elaborada con la tecnología del siglo VI. En cualquier caso, los viajes de San Brendán ya forman parte del imaginario histórico de la cultura europea.
Texto completo del Liber Navigatio Sancti Brendani Abbatis
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