La plaza hierve de gente; gente atareada y gente sin prisa … Una pareja se abraza y se besa como sólo pueden besarse los que besan por primera vez; allá, otra pareja discute y llora, como sólo puede discutirse la última vez. Una niña estrena sus pasos recién aprendidos y sus grandes ojos aun se sorprenden del vuelo de las palomas. Su madre la mira y sonríe y, en ese instante olvida los malos tragos de la vida y se siente feliz. Unos muchachos, sentados en un banco bajo los árboles, beben cerveza y fuman marihuana; se sienten hombres y creen que el mundo está a sus pies. Una rubia altiva de minifalda roja atraviesa la plaza y los hombres se giran a mirar sus interminables piernas. ¡Psss! ¡No hagáis ruido aquí! Alguien duerme en este rincón. Un abuelo y un niño juegan al ajedrez apoyados en el borde de la fuente ahora seca y no ven siquiera como un ratero está robando a un turista japonés. Una chica pasea arriba y abajo mientras mira ansiosa su reloj. ¿Vendrá hoy? Y mientras tanto, dos jubilados sentados en un banco miran inmóviles el devenir de la gente. Pasa la tarde, empieza a lloviznar y yo sólo pienso en ti.
jueves, abril 03, 2008
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