Y de tu pensamiento nació un árbol
y luego otro
y de los árboles nació el bosque
y un atardecer
recorrí sus sendas
y aspiré el perfume
que de naranja y violeta
inundó mi sangre
y embriagado
abracé la tierra
y besé las flores
y al final
exhausto de emociones
me recosté en aquel tronco
y en la frontera del sueño
supe que siempre estabas allí
martes, abril 22, 2008
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