martes, agosto 15, 2006

El Manuscrito Voynich

El Manuscrito Voynich es quizás el último enigma de la criptografía. Este manuscrito, que se encuentra en la Beinecke Rare Book and Manuscript Library de la Universidad de Yale, se supone escrito entre el siglo XV y el XVI. La historia conocida del manuscrito empieza con Rodolfo II de Bohemia quien se cree que lo compró por 600 ducados de oro. A la muerte del rey, el manuscrito pasó a su médico Jacobus de Tepenec quien lo poseyó hasta su muerte en 1622. No se descarta que Jacobus de Tepenec fuese el propietario original del manuscrito. El siguiente propietario del manuscrito fue Georgius Barschius.El libro pasó entonces a las manos de Johannes Marcus Marci, rector de la Universidad de Praga y en algún momento alrededor de 1666 se lo envió a un jesuíta del Collegium Romanum experto en la lengua copta para que lo descifrara: Athanasius Kirchner. Una de las cartas de Marci a Kirchner se ha conservado y es la primera referencia del manuscrito.


A partir de este momento el paradero del manuscrito se desconoce hasta 1912 aunque se supone que estuvo en el Collegium Romanum al menos hasta 1870 cuando ante la unificación de Italia y el peligro de que las tropas de los Saboya asaltaran Roma, la biblioteca del Collegium se traslado a una villa cercana a la ciudad (Villa Mondragone). En 1912, Villa Mondragone necesita una restauración profunda y para obtener dinero los jesuitas vendieron algunos de los manuscritos. Wilfrid M. Voynich (fotografía de la izquierda), un industrial americano de origen polaco compró 30 de los manuscritos entre lso que se encontraba el que recibió su nombre. A la muerte de Voynich en 1931, el manuscrito quedó en posesión de su mujer Ethel hasta 1961 quien lo dejó en herencia a la señora Nil quien lo vendió ese mismo año a un anticuario de Nueva York (H.P. Kraus). Durante 8 años Kraus intentó venderlo sin éxito hasta que finalmente hizo donación del manuscrito a la Universidad de Yale en 1969.

El manuscrito Voynich es un códice de 116 páginas (de las que se conservan 104) escrito en una lengua incomprensible hasta la actualidad. Contiene una sección dedicada a la botánica en la que se describen plantas desconocidas acompañadas de las correspondientes ilustraciones, una sección cosmológica y astrológica con diversas cartas celestes y zodiacales, una sección denominada biológica en la que se representan probablemente dibujos anatómicos, una sección farmacéutica dedicada nuevamente a las plantas y una sección denominada de recetas o un almanaque ya que contiene pequeñas frases o párrafos (en número de 324) iniciados con una estrella y que según algunos estudiosos podrían ser 365 si estuviesen todas las páginas intactas.


Sin embargo, el mayor enigma del manuscrito es el lenguaje en el que está escrito y que no ha podido ser descifrado hasta hoy (imagen izquierda). El lenguaje está escrito de izquierda a derecha (probablemente las imágenes fueron dibujadas antes del texto) y sin signos de puntuación aparentes. En el texto se repiten entre 20 y 30 caracteres distintos (aunque hay quien cuenta hasta 40 considerando combinaciones de caracteres como signos distintos) que forman unas 35.000 palabras. La escritura parece seguir normas ortográficas o fonéticas ya que algunos caracteres no van nunca juntos y otros se repiten en alguna combinación. No se ha podido averiguar en qué lenguaje está escrito aunque existen varias hipótesis plausibles. Se ha descartado que el lenguaje esté escrito al azar aunque el texto no necesariamente tiene porqué significar nada.

Las teorías más probables sobre el texto sugieren un código de cifrado basado en cada letra, es decir, está escrito en una lengua europea en la que a cada letra se le ha aplicado un algoritmo de transformación. Una segunda teoría apunta a que cada palabra del manuscrito sólo puede descifrarse con unibro de códigos; es decir, hay una correspondencia entre cada palabra del texto y un diccionario de cifrado. Otras teorías apuntan a un código esteganográfico (el manuscrito sólo tiene sentido si cada letra o palabra se lee en un orden determinado; por ejemplo, la primera letra de cada tercera palabra). También se ha apuntado a que puede corresponder a una transcripción fonética utilizando un lenguaje inventado ad hoc de una lengua exótica existente. De hecho, el análisis del lenguaje utilizado apunta algunas similitudes con lenguas asiáticas. Otra teoría sugiere que, en realidad, el manuscrito está escrito en al menos dos lenguas distintas pero utilizando los mismos caracteres. En cualquier caso, el manuscrito continúa siendo un enigma.

Enlaces:
The Voynich Manuscript
Beinecke Rare Book and Manuscript Library

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