El unicornio es una de los animales imaginarios cuya imagen más ha calado en la mitología occidental. Las primeras descripciones de este animal corresponden a Ctesias (médico griego de la corte de Artajerjes) y datan del siglo IV a.C. En líneas generales, el unicornio se suele describir como un caballo, aunque con la pezuña hendida y barba de chivo, con un único cuerno que crece en su frente. Su fuerza es grande y en la Edad Media se solía relatar que podía ensartar hasta tres elefantes en su cuerno y pasearse con ellos allí prendidos. Generalmente se le describe como un animal bravo, de gran astucia y enemigo acérrimo de los leones: «Cuando el león ve al unicornio, corre a refugiarse tras un árbol, primero para protegerse y después para acabar con su enemigo. Porque el unicornio, en la rapidez de su carrera, choca contra el árbol y clava en él su afilado cuerno. Entonces el león, al ver al unicornio sujeto por su cuerno, cae sobre él y lo mata sin peligro.»
Es un animal que sólo puede ser domesticado de una manera. Tal como describe San Isidoro de Sevilla, el unicornio es atraído por las doncellas (entiéndase aquí el término como vírgenes) de tal modo, que si se consigue que el unicornio repose su cabeza en el regazo de la doncella, el animal queda para siempre sujeto a los encantos de ella.
El unicornio además poseía propiedades mágicas. Su cuerno curaba la epilepsia, la dispepsia y pulverizado era un antídoto universal, de tal modo que se pagaban fortunas astronómicas por poseer uno de estos cuernos (se dice que la reina Isabel de Inglaterra llegó a pagar 100.000 libras por uno). Además, con su hígado se curaba la lepra y las botas hechas con el su cuero protegían de las epidemias.
La imagen del unicornio se asoció tanto con la Virgen María, como con Cristo como con Satanás aunque la interpretación más general era asociarlo con la Virgen o Jesucristo.
Es un animal que sólo puede ser domesticado de una manera. Tal como describe San Isidoro de Sevilla, el unicornio es atraído por las doncellas (entiéndase aquí el término como vírgenes) de tal modo, que si se consigue que el unicornio repose su cabeza en el regazo de la doncella, el animal queda para siempre sujeto a los encantos de ella.
El unicornio además poseía propiedades mágicas. Su cuerno curaba la epilepsia, la dispepsia y pulverizado era un antídoto universal, de tal modo que se pagaban fortunas astronómicas por poseer uno de estos cuernos (se dice que la reina Isabel de Inglaterra llegó a pagar 100.000 libras por uno). Además, con su hígado se curaba la lepra y las botas hechas con el su cuero protegían de las epidemias.
La imagen del unicornio se asoció tanto con la Virgen María, como con Cristo como con Satanás aunque la interpretación más general era asociarlo con la Virgen o Jesucristo.
The Unicorns - Jelly Bones
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