miércoles, julio 26, 2006

Imaginario (3)

La leyenda del Preste Juan (Presbyter Johannes en el latín de los textos medievales) es una de las más arraigadas en el imaginario medieval europeo. Juan era el rey, o más propiamente el rey-sacerdote, que gobernaba un reino cristiano (aunque a menudo se dice de él que profesa la herejía nestoriana) rodeado por otros reinos paganos o musulmanes. El reino del preste Juan es un cúmulo de virtudes. Se desconoce la maldad, la envidia, el vicio y la pobreza y lucen la verdad, la justicia y la abundancia sin límites.

El reino del preste Juan, se localizaba tradicionalmente en Oriente, generalmente en Etiopía, lo que no debe entenderse en el sentido geográfico actual sino en el medieval; es decir, en un punto indeterminado entre Egipto y la India Mayor y cercano, por tanto, al Paraíso Terrenal. Era muy difícil llegar hasta allí, puesto que el único acceso era a través de un desierto poblado de bestias y hombres terribles con cuernos y que hablaban mediante gruñidos, así como cinocéfalos, pigmeos y toda una constelación de seres asombrosos. Una vez llegados al reino propiamente dicho, lo más asombroso, además de la diversidad de razas que lo habitan, por ejemplo hay dragones domesticados que sirven de cabalgadura a los ejércitos del preste, es la magnificiencia de sus palacios. El palacio real era de cristal y piedras preciosas y contenía un espejo mágico que avisaba de cualquier conjura. El lecho real era de también de piedras preciosas.

La leyenda del preste Juan aparece por primera vez mencionada en la Chronica de Otto de Freising (que cita a Hugo, obispo de Gabala) y recoge la historia de un fabuloso rey del Lejano Oriente (descendiente de uno de los Reyes Magos que fueron a adorar a Jesús) que en 1un momento indeterminado hacia 1140 había conquistado Ecbatana y se había dirigido hacia jerusalén pero no había podido liberar los Santos Lugares al no poder cruzar el Tigris.

Se cita una carta del Preste Juan (sin ningún género de dudas, un documento apócrifo de mediados del siglo XII) escrito por el rey de las Tres Indias que fue enviado al Papa y a los emperadores de Bizancio y del Sacro Imperio Romano y que empezaba, en su versión dirigida al basileo de Bizancio del siguiente modo: Juan, preste por la gracia de Dios Todopoderoso y el poder de Nuestro Señor Jesucristo, Rey de Reyes y Señor de Señores, a su amigo Emanuel, príncipe de Constatinopla, le saludo y le deseo salud, properidad y el contínuo favor de divino. La carta sigue relatando las maravillas sin fin del reino de Juan.

Esta leyenda produjo un importante impacto en la mentalidad medieval, no tanto por la existencia de un reino cristiano en lugares recónditos sino por la posibilidad de contar con un aliado de origen casi divino en la lucha frente a los musulmanes.La historiografía actual suele asociar la leyenda del Preste Juan con Unk Khan (también llamado Ku Khan o Khorzak), un rey mongol que conquistó Ecbatana en 1121 aliado a los cristianos nestorianos del Cáucaso. La realidad es que tal reino cristiano nunca existió o, al menos no hay ningún dato de ello.

Enlaces:
Relatos del Reino del Preste Juan (extraídos del Libro de las Maravillas de Marco Polo) (en español)

Carta del Preste Juan (en inglés)

Extracto de la carta del Preste Juan (en latín)

No hay comentarios: